
Un equipo de científicos se inspiró en los árboles y sus hojas para desarrollar componentes electrónicos "más verdes".
Ralf Roschlau vive en Lauffen am Neckar. En su larga vida profesional, este empleado industrial ha ocupado puestos directivos en pequeñas y medianas empresas, incluyendo 18 años como director general de empresas internacionales. Desde hace años se dedica a las nuevas formas de empresa, como la economía del bien común. Aquí se centra en el cumplimiento de los 17 objetivos de sostenibilidad de la ONU.
Sus estudios están vinculados desde hace varios años con las posibles respuestas a la cuestión de los problemas climáticos.
Es autor de libros, escribe artículos periodísticos y trabaja como profesor en la Universidad de Constanza en el Centro SQ para la Sostenibilidad.
Su red internacional y su multilingüismo le permiten realizar investigaciones mucho más allá de Europa.
Trabaja como voluntario en el apoyo lingüístico a inmigrantes y como concejal municipal en Lauffen am Neckar. Su objetivo: un municipio climáticamente neutro para 2030.
Un equipo de científicos se inspiró en los árboles y sus hojas para desarrollar componentes electrónicos "más verdes".
El calentamiento global causado por el hombre se está acelerando a 0.26 °C por década, la tasa más alta jamás registrada. Esto es según una nueva investigación de más de 50 científicos internacionales destacados.
China es el principal emisor de dióxido de carbono (CO2) y al mismo tiempo el campeón mundial en la expansión de energías renovables. ¿Puede esta potencia asiática hacer más para combatir el cambio climático que los países occidentales?
La presión de la crisis energética mundial parece haber disminuido. Sin embargo, los mercados energéticos y la geopolítica siguen siendo frágiles. La economía global carece de impulsos decisivos. ¿Hacia dónde se dirigen los sistemas energéticos en los próximos años?
Los limnólogos estudian las aguas interiores de la Tierra. Más bien por casualidad, un equipo de investigadores suizos descubrió el río Ruki, hasta entonces inexplorado, en la cuenca del Congo. Su color negro proporciona información sobre el almacenamiento de CO2.