Unos biólogos australianos: "el polvo lunar es menos tóxico para los seres humanos que la contaminación terrestre"
Tras realizar algunas pruebas de exposición, la investigación indicó que las células pulmonares humanas sufrieron más daños por las partículas contaminantes atmosféricas que por las partículas del polvo lunar.

El polvo lunar, también conocido como regolito, está compuesto principalmente de partículas finas de rocas y minerales, resultado de miles de millones de años de impactos de micrometeoritos en la superficie de la Luna.
Y una de las preocupaciones de las misiones espaciales a nuestro satélite natural es precisamente este polvo, ya que puede provocar problemas respiratorios en los astronautas, ya que irrita la piel y los pulmones.
Pero, ¿qué tan perjudicial podría ser para nuestros pulmones? Un nuevo estudio realizado por investigadores australianos, publicado en la revista Life Sciences in Space Research, nos da la respuesta. Según los autores, es probable que el polvo lunar sea mucho menos peligroso de lo que se creía y, de hecho, incluso podría ser menos dañino para los humanos que la contaminación atmosférica terrestre (o polvo terrestre, como lo llamaremos de ahora en adelante).
El polvo lunar no es tan dañino como pensábamos
Para el estudio, los investigadores colocaron células pulmonares humanas, específicamente de los bronquios y alvéolos, en dos nuevos simuladores de polvo lunar, el LMS-1 (que replica el polvo de las regiones de los mares) y el LHS-1 (que replica el polvo de las tierras altas).
Al mismo tiempo, compararon los efectos con los causados por partículas finas de polvo (llamadas PM2.5) acumuladas en una concurrida vía urbana de Sídney, Australia. Estas partículas son lo suficientemente diminutas como para penetrar profundamente en los pulmones.
(1/x) The greatest risk for travelers to Mars may not be rocket ships or toxic atmospheres, but rather celestial dust.
— Ross Prager (@ross_prager) June 4, 2025
Heres why solving the "dust" problem is critical to making life interplanetary. pic.twitter.com/Z79G6CvvtC
Y el resultado fue que, como cualquier otro polvo, el polvo lunar puede ser irritante, pero no pone a los astronautas en riesgo de estrés oxidativo o inflamación a largo plazo, problemas que ocurren con las partículas de polvo de la Tierra.
El polvo lunar causó daño celular, principalmente debido a las formas irregulares y afiladas de sus partículas. Sin embargo, los simuladores no identificaron niveles elevados de estrés oxidativo (que causa daño celular y se asocia con toxicidad) en comparación con el polvo terrestre.

"Nuestros hallazgos sugieren que si bien el polvo lunar puede causar cierta irritación inmediata de las vías respiratorias, no parece representar un riesgo de enfermedades crónicas a largo plazo, como la silicosis, causada por materiales como el polvo de sílice", dijo Michaela B. Smith, autora principal del estudio, en un comunicado.
"Si inhalas cualquier polvo, estornudas, toses y te irritas. Pero el polvo lunar no es tan tóxico como la sílice, que puede causar silicosis por estar sentado en una obra durante 10 años. No es así", explicó Smith.
En otras palabras, al inhalar polvo lunar, es poco probable que los astronautas adquieran enfermedades a largo plazo como resultado, pero deben estar preparados para las molestias que esto les causará.
Referencias de la noticia
Lunar dust induces minimal pulmonary toxicity compared to Earth dust. 11 de febrero, 2025. Smith, et al.