La señal “Wow!" vuelve a ser protagonista: descubren secretos sobre la radiofrecuencia más misteriosa del universo

Un análisis moderno de los registros de 1977 corrigió datos clave sobre la famosa señal “Wow!”, aumentando la precisión en su origen y fuerza. Aunque descartan fuentes humanas, su naturaleza astronómica sigue siendo un misterio.

Señal Wow SETI
La hipótesis más probable apunta a una nube de hidrógeno neutro (HI) en el espacio.

El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear, ubicado en Ohio, captó una señal de radio tan inusual que un astrónomo la rodeó con un círculo rojo y escribió al costado “Wow!”.

Desde entonces, ese registro se convirtió en un ícono para la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) y, casi medio siglo después, aún alimenta debates y especulaciones.

Un nuevo estudio, elaborado por un amplio grupo de investigadores y voluntarios, aporta correcciones y detalles inéditos que ayudan a precisar algunas características de aquel fenómeno, considerado hasta hoy una de las detecciones más enigmáticas de la radioastronomía.

De los archivos al análisis digital

La señal “Wow!” fue detectada en una época sin potentes computadoras, lo que limitó los análisis. Sin embargo, tras el cierre del observatorio en 1998 —cuando su terreno se transformó en un campo de golf—, voluntarios preservaron cuidadosamente los registros.

Décadas después, digitalizaron más de 75.000 páginas mediante sistemas de reconocimiento óptico de caracteres, con apoyo humano para verificar errores. Esa labor permitió que, por primera vez, se realizara un examen computacional profundo de los datos originales.

Cambios clave en la señal

El nuevo procesamiento arrojó correcciones en tres aspectos principales:

  • Localización: el área del cielo de donde pudo provenir la señal se redujo, aumentando en dos tercios la certeza estadística de su origen.
  • Frecuencia: se ajustó de 1420,4556 MHz a 1420,726 MHz, un cambio que implica que la fuente debía rotar más rápido de lo pensado para producir esa variación.
  • Intensidad: la fuerza de la señal también fue reevaluada. Pasó de las estimaciones originales de entre 54 y 212 Janskys a un valor de 250 Janskys, lo que confirma que fue más potente de lo que se creía.

Otros detalles menores, como un desfase de 21 segundos en el reloj y un canal mal etiquetado en el banco de filtros, también fueron corregidos, aunque con menor impacto.

Lo que no fue

El nuevo análisis permitió descartar varias hipótesis. Los investigadores aseguran que no existían transmisiones de televisión en Ohio que pudieran haber interferido, ni había satélites en la zona. La Luna estaba en el lado opuesto del planeta, imposibilitando un rebote, y el Sol atravesaba un período de baja actividad, lo que hace improbable un fenómeno solar.

Señal Wow SETI
El artículo sobre la famosa señal «Wow!». Crédito: Observatorio Radioastronómico Big Ear y Observatorio Astrofísico Norteamericano (NAAPO).

Además, el patrón de la señal mostró un comportamiento “gaussiano”, típico de fenómenos naturales y no de errores de software.

¿Entonces, qué fue?

La conclusión más aceptada es que la señal tuvo un origen astronómico, aunque no necesariamente extraterrestre. La hipótesis más probable apunta a una nube de hidrógeno neutro (HI) en el espacio, capaz de producir emisiones de banda estrecha similares a la del “Wow!”. Sin embargo, ninguna de esas nubes conocidas alcanzó jamás la intensidad detectada en 1977.

Un misterio que perdura

Casi cincuenta años después, la señal “Wow!” sigue sin explicación definitiva. Para la comunidad científica, este nuevo análisis demuestra que los datos antiguos aún pueden revelar información valiosa y abrir nuevas preguntas.

Mientras SETI continúa su búsqueda, el enigma permanece intacto: ¿fue la señal “Wow!” una casualidad astronómica extraordinaria, o el primer indicio de que no estamos solos en el universo?

Referencia de la noticia

A. Méndez et.al., Arecibo Wow! II: Revised Properties of the Wow! Signal from Archival Ohio SETI Data. astro-ph.HE.