La cocina italiana, la primera del mundo en ser reconocida como patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO
El 10 de diciembre de 2025 será una fecha histórica para la cultura italiana. En Nueva Delhi, la UNESCO reconoció la cocina italiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A continuación, las razones, el significado y el valor de este prestigioso reconocimiento.

Esta no es la primera vez que la UNESCO reconoce la importancia de tradiciones culinarias de gran valor. En Italia, el arte de la pizza napolitana y la dieta mediterránea (que une a Italia, España, Grecia y Marruecos) ya han sido inscritos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pero esta es la primera vez que se otorga este reconocimiento a toda una cocina nacional.
No se trata, por tanto, del producto único ni de la receta única, sino de un sistema en su conjunto, que ciertamente incluye también prácticas específicas, materias primas, recetas, pero cuyo aspecto más importante es el sociocultural.
Otra aclaración importante del comité de la UNESCO se refiere a la capacidad única de Italia para integrar una enorme cantidad de influencias históricas, lingüísticas, culturales e incluso climáticas, manteniendo al mismo tiempo una identidad fuerte y distintiva. En el caso de la gastronomía, esto también incluye la importancia del ritual diario de las comidas.
Un esfuerzo de grupo
El proceso que llevó al resultado de estas jornadas fue largo y comenzó en 2020. Naturalmente, la presentación oficial del dossier fue por parte del Gobierno, en marzo de 2023, pero la idea inicial partió de la revista La Cucina Italiana, en concreto de su directora Maddalena Fossetti, precisamente para subrayar la variedad que siempre ha caracterizado la cocina italiana a lo largo de los siglos, no sólo en cuanto a ingredientes.
De hecho, la cocina italiana está estrechamente vinculada a cada una de sus regiones, cada una de las cuales, a su vez, contiene una miríada de tradiciones que deben protegerse y seguir transmitiéndose, como se ha hecho hasta ahora.
Al inicio de este largo proceso, más que nada, quisimos enfatizar el aspecto social porque en Italia cocinar y sentarse a la mesa juntos significa cuidar y encontrarse.

En cualquier caso, el camino para alcanzar este ansiado resultado fue un esfuerzo colectivo que involucró al Ministerio de Agricultura y Cultura, varias comunidades locales, académicos y antropólogos, y organizaciones como la Academia Italiana de Cocina y la Fundación Casa Artusi dedicadas a la cocina casera italiana.
El resultado fue un rico dossier que relata prácticas cotidianas, testimonios e incluso costumbres poco conocidas.
La cocina italiana es patrimonio de la UNESCO, ¿qué cambia ahora?
A primera vista podría parecer que el reconocimiento de la UNESCO es meramente formal, sin efectos visibles ni concretos, pero no es así.
De hecho, basta con observar lo que ocurrió en el pasado cuando otros aspectos de la cultura italiana fueron declarados patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Desde la trashumancia hasta el canto tenor sardo, desde la búsqueda de trufas hasta la tradición de la fabricación de violines en Cremona, Italia puede presumir de un total de veinte, y todas estas prácticas se están protegiendo, mejorando, salvaguardando y enseñando para asegurar su transmisión y, en consecuencia, su supervivencia.
Desde que la llegada de este reconocimiento está en el aire desde hace tiempo, las comunidades locales ya se están organizando para crear museos, itinerarios y archivos digitales, para mantener vivo su patrimonio cultural relacionado con la gastronomía, al mismo tiempo que se crean más puestos de trabajo y se llevan a cabo proyectos para promover el bienestar social en la zona.
Es ciertamente previsible que también pueda producirse un impacto económico, como una mayor afluencia de turistas, sobre todo en pequeñas localidades donde se celebran fiestas u otros eventos similares poco conocidos, con el esperado efecto de reducir el riesgo de su desaparición.
Además, algunos creen que las exportaciones de productos italianos aumentarán, lo que hará más fácil proteger los auténticos productos Made in Italy de las imitaciones torpes.