Cambio climático en Oriente Medio: ¿por qué casi nadie habla de ello?
Los países de Oriente Medio se encuentran entre los más expuestos a los efectos del cambio climático, pero la cobertura mediática de la crisis medioambiental sigue siendo una de las más bajas del mundo. Las guerras, la inestabilidad política y la falta de periodistas especializados explican en parte este vacío informativo.

Oriente Medio se enfrenta a un doble desafío: abordar simultáneamente los conflictos armados y los impactos cada vez más intensos del cambio climático. A pesar de la gravedad de la situación ambiental, la cobertura mediática del problema en la región sigue siendo limitada, lo que revela una preocupante brecha en la forma en que las sociedades y los gobiernos reciben y procesan información vital para la adaptación.
Guerras y clima en una conexión inevitable
Según el Carnegie Endowment for International Peace , publicado en 2023, los países de Oriente Medio se encuentran entre los más expuestos del mundo a los impactos cada vez más intensos del cambio climático. La lista incluye fenómenos como olas de calor, sequías prolongadas, tormentas de arena cada vez más frecuentes, inundaciones devastadoras y el aumento del nivel del mar. Estas amenazas representan riesgos directos para la salud, la seguridad alimentaria, la economía y la estabilidad política de la región.
Sin embargo, la realidad mediática no se corresponde con esta urgencia. El Media and Climate Change Observatory de la Universidad de Colorado en Boulder mostró que, en agosto de 2025, cada medio de comunicación en Oriente Medio publicó, en promedio, solo un artículo sobre el cambio climático. Ese mismo mes, los medios norteamericanos produjeron, en promedio, 66 artículos cada uno. La diferencia es notable y determina que, mientras que en otras regiones el tema ocupa un lugar regular en la agenda pública, en Oriente Medio permanece marginal.

La explicación no es simplemente la falta de interés. Como señalan los investigadores, los conflictos armados absorben gran parte de la atención mediática y política. Además, la guerra y el clima están estrechamente vinculados. La escasez de recursos naturales, agravada por el cambio climático, aumenta el riesgo de violencia, mientras que los conflictos destruyen ecosistemas, obstaculizan la gestión sostenible de los recursos y limitan la capacidad institucional para la respuesta ambiental.
En este contexto, a los periodistas les resulta difícil priorizar una crisis que, si bien estructural, parece menos inmediata que los bombardeos, los flujos de refugiados o las disputas políticas que dominan las noticias diarias. Jordania ilustra bien los dilemas de la región. El país, considerado un pilar de la estabilidad en Oriente Medio, ha acogido a cientos de miles de refugiados de conflictos vecinos y también actúa como mediador en negociaciones delicadas. Sin embargo, se enfrenta a una crisis hídrica sin precedentes.
Investigadores de la Universidad de Nottingham Trent analizaron más de 2500 artículos publicados en los principales periódicos jordanos y realizaron entrevistas a ciudadanos. Concluyeron que, si bien el tema del cambio climático está cobrando relevancia, su cobertura sigue siendo irregular, fragmentada y, a menudo, subordinada a cuestiones geopolíticas.
Obstáculos estructurales, influencia externa y la cuestión de la confianza
Una de las principales barreras es la escasez de periodistas especializados en clima y medio ambiente. En la mayoría de las redacciones, el tema es abordado esporádicamente por reporteros generalistas, quienes carecen de la formación adecuada para interpretar informes técnicos o evaluar políticas públicas. Esto limita la capacidad de transmitir información precisa y coherente al público.
Otro obstáculo es la competencia con las crisis inmediatas. Desde 2023, la guerra en Gaza ha acaparado los titulares regionales, lo que ha llevado a los medios jordanos a relegar la crisis climática a un segundo plano. Además, el discurso público suele presentar al país como una "segunda víctima" de los conflictos vecinos, asociando los problemas de recursos principalmente con la afluencia de refugiados, en lugar de abordar directamente el cambio climático.

Muchos proyectos de capacitación sobre cambio climático para periodistas y técnicos en Jordania reciben financiación de socios internacionales (gobiernos extranjeros, ONG u organizaciones multilaterales). Si bien estos programas amplían las competencias, no siempre se basan en el conocimiento local y pueden percibirse como imposiciones externas.
Algunos periodistas entrevistados expresaron desconfianza, considerando el cambio climático como parte de una "agenda occidental" para controlar a los países en desarrollo.
Esta percepción debilita la adhesión social y política a las políticas ambientales. La experiencia internacional demuestra que el nivel de preocupación pública tiende a ajustarse al volumen de noticias sobre el cambio climático. Cuando el problema cobra visibilidad, aumenta la presión social para que los gobiernos tomen medidas. Lo contrario también es cierto: en períodos de silencio mediático, la atención pública se desvanece, incluso cuando los riesgos se intensifican.
En Jordania y otros países de Oriente Medio, garantizar una cobertura continua e inclusiva será crucial para mantener la participación pública informada e impulsar políticas de adaptación eficaces. De lo contrario, la región corre el riesgo de perder no solo recursos esenciales como el agua, sino también su papel estratégico como fuente de estabilidad y refugio en medio del caos regional.
El futuro dependerá de la capacidad de integrar la agenda climática en la vida cotidiana de las redacciones, los responsables de la toma de decisiones y la sociedad civil. A pesar de los desafíos, invertir en periodismo especializado y valorar el conocimiento local puede contribuir a construir narrativas más cercanas a la realidad y, sobre todo, más eficaces para movilizar respuestas colectivas.