El satélite chino que se desintegró sobre Canarias provocó decenas de ondas en la red sísmica
Un resplandor iluminó el cielo la madrugada del 16 de octubre en Canarias, seguido de un estruendo que se llegó a confundir con un temblor. Pero, al contrario de lo que muchos piensan, no se produjo ningún terremoto.

Lo que en principio parecía una simple estrella fugaz ha resultado ser algo más poderoso. Durante la madrugada del 16 de octubre, un objeto luminoso cruzó el cielo de Canarias e hizo vibrar la tierra, generando decenas de ondas sísmicas detectadas por la red de Involcan. Se interpretó como la caída de un meteoro pero ha resultado ser la reentrada de un satélite que se ha desintegrado sobre el Atlántico.
La huella de un satélite desintegrándose
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha explicado que la señal registrada se ha debido a la entrada en la atmósfera de un objeto procedente del espacio que ha liberado una gran cantidad de energía. Inicialmente se pensó que se trataba de un meteoro, pero el análisis posterior ha confirmado que el fenómeno está vinculado a la reentrada del satélite chino XYJ-7, lanzado en 2020.
El artefacto atravesó la atmósfera a gran velocidad y se fragmentó en varios trozos, generando una intensa onda de choque que no solo iluminó el cielo, sino que también hizo “vibrar” el suelo. Este impacto fue tan potente que ha quedado registrado por numerosos sismógrafos del archipiélago.
Detectado en toda Canarias
Los expertos de Involcan han detallado que la red sísmica ha captado decenas de ondas distintas, cada una asociada a fragmentos del satélite que se han separado durante su desintegración. Estas señales se han detectado en estaciones de prácticamente todas las islas, con especial intensidad en Tenerife, donde se habría localizado el “epicentro” aparente del fenómeno.

Las ondas registradas han resultado especialmente valiosas, ya que han permitido conocer la energía liberada y el comportamiento del objeto al interactuar con la atmósfera. Según la Red Española de Investigación de Bólidos y Meteoritos, vinculada al CSIC, el suceso tuvo lugar alrededor de las 3:57 hora peninsular española, coincidiendo con la trayectoria prevista del satélite.
𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐝 𝐒𝐢́𝐬𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐫𝐞𝐠𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐧̃𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐮𝐧 "𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨́𝐬𝐦𝐢𝐜𝐨" https://t.co/p7L6IEnFZB pic.twitter.com/V05ZquZV5k
— INVOLCAN (@involcan) October 16, 2025
Visible en varias islas
En redes sociales, numerosos vídeos grabados por ciudadanos han mostrado la espectacular reentrada del satélite, visible desde varias islas. En ellos se aprecia cómo el objeto se ha fragmentado progresivamente mientras dejaba tras de sí una estela luminosa. Cada fragmento, al desintegrarse, ha generado su propia onda de choque, lo que explica la multiplicidad de señales captadas por los sensores sísmicos.
Este tipo de fenómenos son relativamente frecuentes y, aunque visualmente impactantes, no representan peligro alguno. La mayor parte de los satélites y restos espaciales se desintegran por completo en la atmósfera antes de llegar al suelo.
Detectado en casi todo el archipiélago
Los sismógrafos canarios, habitualmente dedicados a vigilar la actividad volcánica y tectónica, se convirtieron por unas horas en testigos de un acontecimiento espacial. Cada onda registrada ha correspondido a un momento distinto del proceso de fragmentación del satélite, lo que ha permitido reconstruir su trayectoria y la secuencia de explosiones acústicas.
Sobre las (2:57) de esta madrugada conseguí capturar este momento en Patalavaca municipio de Mogán SW de GC ️. @VickyPalmaMeteo @CedresEdgar @TiempoRTVC @Adricor_fer @victorioperezm @AGMCan @tenerife_meteo @hidai_meteoGC @AEMET_Canarias @RAM_meteo @MeteoredES pic.twitter.com/QIIUeEymM0
— MeteoSW️ (@MeteoSW) October 16, 2025
La Tierra está continuamente expuesta a la entrada de objetos desde el espacio, tanto naturales, como los meteoros, como artificiales, esto es, los satélites y restos de cohetes. En este caso, se ha tratado de un objeto de origen humano, cuya desintegración ha liberado una energía similar a la de un pequeño meteorito.
Aunque estos fenómenos no representan peligro alguno, en casos excepcionales las ondas de choque pueden llegar a provocar daños materiales, como ocurrió en Cheliábinsk (Rusia) en 2013, cuando la explosión de un meteorito rompió miles de ventanas y ha causado cientos de heridos leves.