El vórtice polar sur pierde la calma: se activa un raro calentamiento estratosférico con posibles impactos globales

La atmósfera sobre la Antártida vive una agitación poco común: un calentamiento estratosférico está debilitando el vórtice polar sur. El fenómeno podría provocar cambios en el tiempo del hemisferio sur… e incluso influir en el próximo invierno del norte.

El vórtice polar sur se deforma: anomalía térmica estratosférica sobre la Antártida, signo de calentamiento inusual. 📷 Datos GFS (NOAA) | Visualización:
El vórtice polar sur se deforma: anomalía térmica estratosférica sobre la Antártida, signo de calentamiento inusual. Datos GFS (NOAA) | Visualización: Severe Weather Europe (severe-weather.eu)

Un fenómeno poco común está agitando las capas altas de la atmósfera sobre la Antártida. El vórtice polar sur, ese remolino de aire congelado que domina los inviernos polares, está siendo desafiado por un inusual calentamiento estratosférico. Aunque ocurre a más de 30 km de altura, este evento podría cambiar el curso del tiempo en el hemisferio sur… ¡e incluso afectar el invierno del norte!

¿Qué es el vórtice polar y por qué debería importarnos?

Imaginemos un enorme trompo de aire helado girando sobre el Polo Sur. Así funciona el vórtice polar, una corriente estratosférica que mantiene “encerrado” el frío polar durante el invierno. Pero cuando algo interrumpe su equilibrio, el aire gélido puede escapar hacia latitudes medias.

Calentamiento estratosférico repentino: Una subida abrupta de la temperatura en la estratosfera que puede romper la estabilidad del vórtice polar, como si fuera un trompo perdiendo velocidad. Cuando eso pasa, la atmósfera se desordena y las sorpresas meteorológicas no tardan en aparecer.

Eso es justo lo que está ocurriendo ahora. Un calentamiento estratosférico repentino —una subida abrupta de temperatura en la alta atmósfera— está deformando el vórtice. Modelos como el GFS y análisis de la NASA detectaron ondas de presión tan intensas que han elevado la temperatura en la estratosfera hasta 50 °C por encima de lo normal.

Representación 3D del vórtice polar: esta imagen muestra la estructura tridimensional del vórtice polar estratosférico, basado en datos del modelo GFS. Las coloridas capas evidencian la intensidad de la vorticidad absoluta y su conexión vertical con los sistemas de presión. Al deformarse, este remolino de aire frío puede alterar el clima desde el Polo hasta latitudes medias.
Estructura tridimensional del vórtice polar estratosférico, basado en datos del modelo GFS. Las coloridas capas evidencian la intensidad de la vorticidad absoluta y su conexión vertical con los sistemas de presión. Al deformarse, este remolino de aire frío puede alterar el tiempo desde el Polo hasta latitudes medias.

Aunque todo ocurre a más de 30 km de altura, no se queda allí. La atmósfera funciona como un sistema de poleas invisibles: lo que ocurre en las capas superiores puede afectar al tiempo atmosférico en superficie. Cuando el vórtice pierde el equilibrio, el aire frío puede escaparse hacia latitudes medias, alcanzando regiones como Australia, Sudamérica o el Pacífico Sur.

¿Qué podría pasar en el hemisferio sur?

Los efectos no siempre son inmediatos, pero los antecedentes indican que estos eventos pueden generar:

  • Olas de frío intensas, fuera de temporada, en zonas australes.
  • Cambios en los patrones del viento y presión, alterando la circulación habitual.
  • Aumento de la radiación UV en zonas cercanas a la Antártida, por debilitamiento del ozono.
  • Mayor actividad de tormentas en el Pacífico Sur o zonas cercanas.

Y aunque estemos en septiembre y la primavera ya asome tímidamente, una ráfaga polar aún podría colarse en varios países sudamericanos. En lugares como Chile, Argentina, Uruguay o el sur de Brasil, podríamos ver más nubosidad, inestabilidad atmosférica o incluso episodios fríos inesperados justo en plena transición estacional.

¿Y puede afectar al hemisferio norte?

Increíble, pero cierto: sí. La atmósfera está interconectada entre hemisferios. Un fenómeno llamado circulación Brewer-Dobson permite que ondas de energía y partículas viajen desde el sur hacia el norte, especialmente en las capas altas.

Esquema de la circulación Brewer-Dobson: este gráfico muestra cómo el aire y la energía se transportan entre hemisferios en las capas altas de la atmósfera, conectando la estratósfera del norte y del sur. Esta "comunicación aérea" explica cómo un evento sobre el Polo Sur puede, eventualmente, influir en el clima del hemisferio norte.
Esquema de la circulación Brewer-Dobson: este gráfico muestra cómo el aire y la energía se transportan entre hemisferios en las capas altas de la atmósfera, conectando la estratosfera del norte y del sur.

Tras un evento similar en 2019, científicos detectaron anomalías en la ionosfera sobre Estados Unidos y Europa, con cambios en la composición de gases y en el contenido de electrones. Algunos estudios incluso sugieren que este fenómeno tuvo impacto en el invierno boreal siguiente, alterando la intensidad de frentes fríos en el norte.

Señales de agitación en el cielo del sur

El invierno sigue su curso en el hemisferio sur, pero los cielos antárticos están mostrando señales inusuales. Datos de la NASA revelan que los vientos zonales están debilitándose, mientras una onda de calor en altura eleva las temperaturas hasta 30 °C por encima del promedio.

Este fenómeno está empujando el núcleo frío del vórtice polar hacia los bordes. Una gran anomalía de presión se forma sobre la Antártida. Aunque no hay inversión completa de los vientos aún, se espera que el vórtice se debilite a la mitad en solo unas pocas semanas.

El vórtice polar sur pierde fuerza: el gráfico muestra la evolución del viento zonal medio en la estratósfera a 10 hPa sobre los 60°S. La línea dorada (pronóstico 2025) indica un debilitamiento rápido y pronunciado del vórtice polar, muy por debajo del promedio histórico (área gris). Una señal clara del posible inicio de un calentamiento estratosférico de alto impacto. Fuente: NASA / MERRA2
El vórtice polar sur pierde fuerza: el gráfico muestra la evolución del viento zonal medio en la estratósfera a 10 hPa sobre los 60°S. La línea dorada (pronóstico 2025) indica un debilitamiento rápido y pronunciado del vórtice polar, muy por debajo del promedio histórico (área gris). Una señal clara del posible inicio de un calentamiento estratosférico de alto impacto. Fuente: NASA / MERRA2

Los modelos muestran que hacia finales de septiembre la anomalía de presión podría intensificarse. Se prevé que el vórtice se desplace lejos del centro y que las temperaturas en la estratosfera alcancen hasta 50 °C sobre lo normal, descendiendo hasta los 19 km.

Aunque no se ha declarado un “calentamiento estratosférico súbito”, las señales son claras: este evento podría alterar el tiempo del hemisferio sur, e incluso impactar al norte global.

Este tipo de fenómenos es poco frecuente en el hemisferio sur, que tiene menos tierra y, por tanto, una atmósfera más estable. Pero cuando ocurre, la atmósfera global siente el temblor. Desde Meteored seguimos monitoreando este raro calentamiento estratosférico que, aunque parezca.

Referencia de la noticia

Clima severo en Europa. Un evento de calentamiento estratosférico envolverá el vórtice polar sur, con posibles impactos climáticos de gran alcance.