Rascacielos de hielo en el Ártico: así se forman los gigantescos icebergs de Ilulissat

Descubre la majestuosidad de los icebergs de Ilulissat, donde la naturaleza esculpe gigantescos rascacielos de hielo. Te contamos los secretos de este lugar que está en peligro por el cambio climático.

Ilulissat
Los icebergs de Ilulissat son producto del glaciar Sermeq Kujalleq, el más activo del hemisferio norte, que vierte enormes cantidades de hielo al mar.

Groenlandia, tierra de glaciares y vastos paisajes árticos, alberga uno de los fenómenos naturales más impresionantes: los majestuosos icebergs de Ilulissat. Situados en la bahía de Disko, estos colosos de hielo emergen del glaciar Sermeq Kujalleq, el más activo del hemisferio norte, para crear una ciudad de rascacielos gélidos que redefine la magnificencia natural.

Este glaciar se encuentra al final del fiordo de Ilulissat . Esta gran mole de hielo se extiende y retrocede con las estaciones, y ruge cuando se desprenden grandes trozos de su estructura, algo que suele ser habitual en verano. Algunos de los témpanos que forma son tan grandes como rascacielos.

Cada iceberg es una obra de arte única esculpida por el hielo y el agua durante milenios. Desde delicados tonos azules hasta blancos resplandecientes, estos gigantes de hielo ofrecen una paleta de colores que cambia con la luz del sol ártico. Se desplazan a lo largo del fiordo antes de entrar en la bahía de Disko, para después dirigirse hacia la bahía de Baffin.

Icebergs del tamaño de montañas o rascacielos

Los icebergs que se resquebrajan son realmente gigantescos, pudiendo llegar incluso a medir un kilómetro de alto. Son tan grandes que la mayoría no pueden flotar y salir del fiordo, por lo que se quedan atascados en el fondo hasta que son partidos por otras masas de hielo. La inmensidad del paisaje y el crujir constante del hielo crean una experiencia visual y sonora incomparable.

Sermeq Kujalleq es el glaciar más rápido del mundo, ya que avanza un promedio de unos 20 metros por día. Además, proporciona hasta el 10% del agua que Groenlandia vierte al mar cada año.

Su tamaño y la importancia que registra a la hora de estudiar los glaciares, han conseguido que este lugar fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además, su situación permite un fácil acceso a ese paisaje sobrecogedor.

La comunidad local de Ilulissat ve cómo la dinámica del glaciar está cambiando en los últimos años, enfrentándose además a otros desafíos adicionales. La alteración en la formación y desplazamiento de los icebergs puede afectar las rutas de navegación y la pesca, actividades fundamentales para la subsistencia de la población.

El impacto del cambio climático

La majestuosidad de estos icebergs no está exenta de la influencia del cambio climático. El aumento de las temperaturas globales, y en particular en el Ártico, ha acelerado el desprendimiento de grandes bloques de hielo del glaciar Sermeq Kujalleq. Este fenómeno no solo contribuye al aumento del nivel del mar, sino que también altera el equilibrio ecológico de la región.

El cambio climático ha llevado a una mayor fragmentación y desprendimientos de icebergs en Ilulissat. A medida que las temperaturas continúan aumentando, se espera que esta tendencia se agudice en los próximos años. De 2002 a 2012, el Sermeq Kujalleq retrocedió casi 14 kilómetros, cuando en los 99 años anteriores sólo había retrocedido 12 kilómetros.

En estos últimos años se ha registrado una aceleración de la pérdida de hielo en el glaciar Sermeq Kujalleq, donde la tasa de pérdida se había estancado durante varios ejercicios debido a un cambio temporal en las corrientes marinas de la zona, con un enfriamiento del agua que limitó la pérdida del hielo.

Burbujas de hielo que son una ventana al pasado

Una curiosidad fascinante relacionada con el deshielo está vinculada a la liberación de gases atrapados en el hielo. En regiones como el Ártico y la Antártida, el hielo no solo almacena agua en forma sólida, sino que también encapsula pequeñas burbujas de gases atmosféricos, algunas de ellos con miles de años de antigüedad.

Este aspecto del deshielo destaca la complejidad de las interacciones entre el cambio climático, la biodiversidad y la microbiología, y subraya la necesidad de una comprensión más profunda de los procesos.

Cuando el hielo se derrite debido al calentamiento global, estas burbujas quedan liberadas, proporcionando a los científicos una ventana única al pasado atmosférico de nuestro planeta Analizando la composición de estos gases, se puede obtener información valiosa sobre la antigua atmósfera terrestre, incluyendo concentraciones de gases de efecto invernadero.