Calendario astronómico de diciembre: Júpiter, Luna fría y solsticio de invierno

Júpiter es sin duda el astro más fácil y mejor para observar durante diciembre al brillar intensamente, siendo visible a simple vista y alcanzando su mayor altura al sur. Se encuentra posicionado en la constelación de Géminis, cerca de las estrellas Cástor y Pólux y estará cerca de la Luna el 7 de diciembre.

Si usas un telescopio, podrás distinguir las fascinantes bandas y zonas atmosféricas de este gigante y es posible que veas la Gran Mancha Roja, una enorme tormenta incluso mayor que la Tierra misma. Además, se aprecian sus lunas galileanas: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto a su alrededor.

Saturno se dejará apreciar a inicios de mes, hallándose en Acuario, cerca del borde con Piscis. Sin embargo, sus anillos estarán casi de perfil hasta el 8 de diciembre, pareciendo que el planeta no tiene anillos con aperturas pequeñas. Los anillos de Saturno se inclinan levemente hacia nosotros este mes.

Mercurio, el esquivo planeta matutino, brillará al sureste antes del amanecer, alcanzando su máxima elongación occidental el 7 de diciembre, elevándose dos horas antes que el Sol. Esta es la mejor aparición matutina de Mercurio para el hemisferio norte en 2025, aunque será difícil de ver después del día 23.

Urano se encuentra en Tauro, justo al sur del cúmulo estelar de las Pléyades, brillando con magnitud +5.6, por lo que con cielos oscuros es posible verlo a simple vista. Neptuno, más tenue con magnitud +7.9, se sitúa en Piscis cerca de Saturno, y requerirá al menos binoculares para su localización.

Selene: fases y conjunciones

El 4 de diciembre se ilumina la Luna Llena, conocida como la Luna Fría, que recibe este nombre por las bajas temperaturas del inicio del invierno boreal. Además, es una Súper Luna, pues ocurre cerca de su punto más cercano a la Tierra, el perigeo, esperado a las 11:00 UTC.

Este mes tendrá varios encuentros celestes notables desde el 7 de diciembre que la veremos cerca del brillante Júpiter. Al principio del mes, la Luna creciente gibosa pasará frente a algunas estrellas del cúmulo abierto de las Pléyades, lo cual es desafiante para la vista, incluso con binoculares.

La Luna Nueva ocurrirá el 20 de diciembre a las 1:43 UTC, un momento ideal para la observación profunda, pues el cielo estará más oscuro. Este evento es la tercera de tres "microlunas" nuevas en 2025, por ser la Luna Nueva más distante y coincidiendo casi con esto, el Solsticio de diciembre llega el 21 de diciembre.

Hacia finales del mes, la Luna creciente visitará al planeta Saturno, el 26 de diciembre, brillando con su luz dorada y constante. La fase de Cuarto Menguante será el 11 de diciembre, levantándose tras la medianoche, mientras que el Cuarto Creciente se presentará el 27 de diciembre.

Lluvias de Estrellas

Diciembre nos regala una de las lluvias de meteoros más espectaculares del año: las Gemínidas, su pico se espera alrededor del 13 o 14 de diciembre, dependiendo de la zona horaria. Bajo condiciones ideales, con cielos oscuros sin luz lunar, podríamos llegar a ver hasta 120 meteoros por hora.

Lo curioso es que no provienen de un cometa, sino del asteroide 3200 Phaethon. Afortunadamente, la Luna creciente menguante ascenderá horas después de la medianoche del 14 de diciembre, lo que significa que su brillo no interferirá demasiado con la visibilidad de los meteoros en su momento cumbre.

Si te pierdes las Gemínidas, puedes buscar las Úrsidas justo antes de Navidad ya que su pico está previsto la noche del 22 de diciembre y gracias a que la Luna Nueva ocurre días antes, el cielo estará oscuro, lo cual es perfecto para la observación, pudiéndose observar entre 5 y 10 meteoros por hora.

Observar una lluvia de meteoros es simple; sólo necesitas un cielo despejado y mucha paciencia. Estos "estrellas fugaces" son pequeños restos espaciales que se queman al entrar a nuestra atmósfera a gran velocidad. Un buen lugar oscuro lejos de la ciudad sirve para disfrutar del espectáculo sin necesidad de equipo especial.

Solsticio y constelaciones

El solsticio, que llega el 21 de diciembre a las 15:03 UTC, es el punto de inflexión del Sol marcando el inicio del invierno en el hemisferio norte, trayendo las noches más largas y los días más cortos del año. A partir de este momento, la cantidad de luz solar diaria comienza a aumentar gradualmente.

Durante las noches de diciembre, la majestuosa constelación de Orión el Cazador regresa al cielo nocturno vespertino. Cerca de él se encuentra Tauro el Toro, hogar de dos cúmulos estelares. Las Híades forman el rostro en forma de 'V', con la rojiza Aldebarán como su ojo encendido, cerca de Júpiter.

Mirando hacia el norte, encontraremos a Casiopea la Reina, con su distintiva forma de 'M' o 'W'. Cerca está Perseo, que alberga la "Estrella Demonio", Algol, famosa por su cambio de brillo cada tres días. Casiopea es una guía excelente para localizar el Doble Cúmulo en Perseo con binoculares.

Culturalmente, el Solsticio está ligado a celebraciones antiguas, como Yule, que festejaban el regreso de la luz en la época más oscura. Además, en regiones muy al norte, dentro del Círculo Polar Ártico, ocurre la Noche Polar, donde no hay luz solar directa, donde a pesar de la oscuridad, las auroras boreales suelen alegrar el cielo.