Encélado, "principal candidato" para albergar vida extraterrestre, según muestra la sonda Cassini
¿Podrían los datos de Cassini, una sonda de la NASA desaparecida hace tiempo, haber encontrado el lugar perfecto para la vida más allá de nuestro planeta?

Cassini sigue realizando nuevos descubrimientos científicos ocho años después de desintegrarse en la atmósfera de Saturno, revelando recientemente que Encélado podría ser uno de los principales candidatos para albergar vida extraterrestre.
La luna helada, la sexta más grande del planeta, está perdiendo calor por ambos polos, lo que indica que posee la estabilidad a largo plazo necesaria para que se desarrolle la vida, según una nueva investigación de la Universidad de Oxford, el Instituto de Investigación del Sudoeste y el Instituto de Ciencias Planetarias.
Balance energético de Encélado
Se suponía que Encélado solo perdía calor en su polo sur activo; sin embargo, el nuevo estudio ha proporcionado la primera evidencia de un flujo de calor significativo en el polo norte y ha confirmado que emite mucho más calor del que cabría esperar si fuera simplemente un cuerpo pasivo, lo que refuerza la idea de que podría albergar vida.
Se cree que el calor proviene del océano subsuperficial global y salado de Encélado, lo que lo convierte en uno de los mejores lugares del sistema solar para que la vida haya evolucionado fuera de la Tierra gracias a la presencia de sustancias químicas como el fósforo y los hidrocarburos complejos, junto con agua líquida y calor.
Sin embargo, para que el océano subsuperficial pueda albergar vida, debe tener un entorno estable: sus pérdidas y ganancias de energía deben estar equilibradas. El calor de Encélado proviene de la gravedad de Saturno, que estira y comprime la luna mientras orbita, un fenómeno conocido como calentamiento de marea.
Si Encélado no obtiene suficiente energía, la actividad en su superficie se ralentizaría o se detendría por completo, lo que podría provocar la congelación del océano. Pero un exceso de energía podría aumentar la actividad oceánica, alterando su entorno.
“Encélado es un objetivo clave en la búsqueda de vida fuera de la Tierra, y comprender la disponibilidad a largo plazo de su energía es fundamental para determinar si puede albergar vida”, explicó la Dra. Georgina Miles, autora principal del Southwest Research Institute y científica visitante del Departamento de Física de Oxford.
Un norte geológicamente activo
Hasta hace poco, las mediciones directas del calor perdido por Encélado solo se habían tomado en el polo sur, donde columnas visibles de hielo de agua y vapor brotan de profundas grietas en la superficie.
Se creía que el polo norte era geológicamente inactivo, pero los datos de Cassini sugieren lo contrario. Al comparar observaciones de la región polar norte durante el invierno de 2005 y el verano de 2015, los investigadores midieron cuánta energía perdió Encélado de su océano subsuperficial "cálido" (a unos agradables 0 °C) a medida que el calor viajaba a través de su capa de hielo hasta su gélida superficie de -223 °C, y luego hacia el espacio.
El equipo modeló las temperaturas superficiales esperadas durante la noche polar y las comparó con las observaciones infrarrojas del espectrómetro infrarrojo compuesto (CIRS) de Cassini, que revelaron que la superficie en el polo norte era alrededor de 7 K más cálida de lo previsto.
Esta diferencia solo podría explicarse por la fuga de calor del océano subyacente. El flujo de calor medido (46 ± 4 milivatios por metro cuadrado) puede parecer pequeño, pero al combinarlo con estimaciones previas del calor que escapa del polo sur, la pérdida total de calor de la luna asciende a 54 gigavatios, lo que coincide estrechamente con la entrada de calor prevista debido a las fuerzas de marea.
El equilibrio entre la producción y la pérdida de calor sugiere fuertemente que el océano de Encélado puede permanecer líquido durante escalas de tiempo geológicas, ofreciendo un entorno estable donde potencialmente podría surgir la vida.

“Comprender cuánto calor pierde Encélado a nivel global es crucial para saber si puede albergar vida. Es realmente emocionante que este nuevo resultado respalde la sostenibilidad a largo plazo de Encélado, un componente crucial para el desarrollo de la vida”, dijo la Dra. Carly Howett, autora correspondiente del Departamento de Física de Oxford y del Instituto de Ciencias Planetarias.
El siguiente paso clave es determinar si el océano de Encélado ha existido el tiempo suficiente para que se desarrollara la vida, dicen los investigadores, pero por el momento, su edad aún es incierta.
Revelando los secretos de Cassini
El estudio también demostró cómo los datos térmicos podrían utilizarse para estimar de forma independiente el espesor de la capa de hielo, un parámetro importante para futuras misiones que planeen investigar el océano de Encélado, posiblemente mediante módulos de aterrizaje robóticos o sumergibles. El hielo tiene una profundidad de entre 20 y 23 km en el polo norte, con un promedio global de entre 25 y 28 km, ligeramente superior a las estimaciones previas obtenidas mediante otras técnicas de teledetección y modelado, según sugieren los resultados.
"Determinar las sutiles variaciones de temperatura superficial causadas por el flujo de calor conductivo de Encélado a partir de sus cambios de temperatura diarios y estacionales fue un desafío, y solo fue posible gracias a las misiones prolongadas de Cassini", afirmó Miles. "Nuestro estudio subraya la necesidad de misiones a largo plazo a mundos oceánicos que podrían albergar vida, y el hecho de que los datos podrían no revelar todos sus secretos hasta décadas después de haber sido obtenidos".
Referencia de la noticia
Endogenic heat at Enceladus’ north pole, Science Advances, November 2025. Miles, G., et al.