Este jueves la Tierra alcanzará su punto más alejado del Sol en este 2025: llega el afelio
La Tierra está a punto de alcanzar su máxima distancia al Sol: ocurrirá a principios de este mes de julio. ¿Qué está pasando, cuáles son las consecuencias y los efectos sobre el invierno que ya entra en pleno apogeo?

Ahora que el invierno recién comienza después del solsticio, nos preparamos para entrar en el corazón de julio. En 2025, el invierno se manifestará de manera desigual en el hemisferio sur, alternando episodios de frío extremo con irrupciones cálidas, dorsal cálida y sistemas frontales activos. La tendencia general apunta a un período invernal con marcadas anomalías térmicas, saltos bruscos de temperatura y eventos de lluvias intensas en algunas regiones.
En 2025, el afelio se alcanzará el 03 de julio a las 15:54 hora de Chile continental. Un evento astronómico que ocurre cada año y que a menudo despierta curiosidad y preguntas: ¿Cómo es posible que, la Tierra esté más lejos del Sol? Veamos juntos la explicación.
La órbita de la Tierra es elíptica
La Tierra gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, y por lo tanto no circular, completando una rotación en aproximadamente 365 días y 6 horas (de ahí la necesidad de años bisiestos cada cuatro años, para recuperarse de este "error"). Esta forma elíptica fue descrita por primera vez por el astrónomo alemán Kepler, contemporáneo de Galileo Galilei.
Debido a esta excentricidad, hay dos momentos distintos durante el año: el momento en que la Tierra está más cerca del Sol (perihelio) y el momento en que está más lejos (afelio).
Afelio y perihelio
El perihelio ocurre a principios de enero, cuando la Tierra está a unos 147 millones de kilómetros del Sol. El afelio, por otro lado, ocurre a principios de julio y marca el punto más lejano, unos 152 millones de kilómetros.

El nombre deriva de los términos griegos “apó” (lejos) y “helios” (Sol), y fue Kepler quien lo introdujo para describir esta época del año.
En invierno estamos más lejos del Sol, pero la distancia no afecta a las estaciones.
Es sorprendente, pero cierto: la distancia entre la Tierra y el Sol no es la causa de las estaciones. La diferencia entre 147 y 152 millones de kilómetros es demasiado pequeña para afectar significativamente la temperatura de nuestro planeta o determinar el cambio de estaciones.
Además, para confirmar este hecho, hay que recordar que cuando la Tierra está en afelio, es verano en el hemisferio norte e invierno en el hemisferio sur. La razón no hay que buscarla en la distancia, sino en la inclinación del eje de la Tierra con respecto al plano de la órbita solar.
La Tierra está inclinada unos 23° 27′, y esta inclinación hace que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año. Cuando es verano en el Norte, los rayos del Sol llegan en menor ángulo y durante más horas al día, mientras que en el hemisferio sur es invierno, y viceversa seis meses después.
La verdadera causa de las estaciones radica en la inclinación de la Tierra con respecto al Sol.
Nuestro planeta completa su revolución en un ángulo estable, que es precisamente lo que determina la alternancia de las estaciones, los solsticios y los equinoccios.
No es la mayor o menor proximidad al Sol lo que genera el verano o el invierno, sino la forma en que los rayos solares inciden en las distintas zonas del globo a lo largo del año. Es esta inclinación la que regula la duración de los días y la intensidad del calentamiento solar.