La NASA avisa: "el Sol está mucho más activo de lo que se creía y esto puede tener importantes efectos en la Tierra"
Mientras que los científicos pensaban que nuestra estrella iba a entrar en una fase especialmente tranquila, la actividad solar, por el contrario, lleva aumentando constantemente desde hace unos 15 años.

Según los datos recopilados por la NASA, la actividad de nuestro Sol lleva más de 15 años aumentando, a pesar de que los científicos preveían un periodo más tranquilo. Una situación que nos recuerda que aún nos queda mucho por aprender sobre nuestra estrella.
Ciclos aún poco comprendidos
Los científicos llevan estudiando el Sol desde hace unos 400 años, un estudio que comenzó con Galileo y que hoy en día continúa gracias a numerosos telescopios y satélites que observan nuestra estrella cada día.
Durante estos cuatro siglos hemos aprendido que el Sol sufre ciclos de actividad de mayor o menor duración. Los más conocidos son los famosos ciclos de aproximadamente 11 años entre los periodos de máximo y mínimo solar, pero nuestra estrella también experimenta otros ciclos. Por ejemplo, podemos citar un ciclo de 22 años relacionado con la inversión del campo magnético solar o incluso un ciclo de 179 años relacionado con los gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno).
De hecho, durante las dos décadas anteriores a 2008, el viento solar se había debilitado considerablemente, al igual que muchos parámetros relacionados con la actividad de nuestra estrella, y el ciclo solar 24 fue el más débil jamás registrado desde el comienzo de la era espacial. Todo indicaba, por tanto, que el Sol estaba entrando en una fase prolongada de actividad muy débil, similar a la observada entre 1645 y 1715.
The Sun has changed course. Researchers from NASAs Jet Propulsion Laboratory report that after two decades of steady weakening, the solar wind began strengthening again in 2008. By comparing spacecraft data from 2008 to 2025, they find that solar wind density rose by about 26 pic.twitter.com/Umpc1Xejkr
— Sabine Hossenfelder (@skdh) September 19, 2025
Sin embargo, no fue así, ya que el Sol, por el contrario, invirtió su tendencia. Desde 2008, los datos recopilados sobre nuestra estrella han puesto de manifiesto un aumento constante de diversos parámetros, como la velocidad de los vientos solares, su densidad, su temperatura, el flujo de energía procedente de nuestra estrella o la intensidad del campo magnético interplanetario. En otras palabras, nuestra estrella es cada vez más activa, cuando se preveía un mínimo histórico.
¿Una actividad solar cada vez más intensa?
Según un estudio realizado por dos científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, el repunte inesperado de la actividad de nuestra estrella podría tener consecuencias notables en el futuro para la Tierra.
Además de confirmarnos que aún nos queda mucho por aprender sobre los ciclos profundos de nuestra estrella, este repunte de actividad podría provocar un aumento futuro de los fenómenos meteorológicos espaciales, como tormentas solares, erupciones solares y eyecciones de masa coronal.
De hecho, los datos recopilados en los últimos años sugieren que la excepcional debilidad del ciclo 24 fue probablemente una anomalía en el ciclo de nuestra estrella y que el Sol no está entrando en una fase de mínimo de su variación solar similar a las observadas entre 1645 y 1715 o entre 1790 y 1830.
Sin embargo, los fenómenos meteorológicos espaciales relacionados con este posible repunte de actividad pueden tener graves consecuencias para la Tierra y, en particular, para nuestra tecnología, afectando, por ejemplo, a las naves espaciales y la seguridad de los astronautas, las comunicaciones por radio, los GPS e incluso las redes eléctricas terrestres. Las erupciones solares importantes podrían tener consecuencias desastrosas para nuestra sociedad actual.
Por lo tanto, es importante seguir la evolución de la actividad de nuestra estrella mediante las herramientas de observación de las que disponemos hoy en día, pero también mediante nuevas herramientas como la sonda Imap (Interstellar Mapping Acceleration Probe), lanzada esta semana para medir la intensidad del campo magnético y los vientos solares.
This new NASA mission will get a whole new look at our home in space.
— NASA Solar System (@NASASolarSystem) September 17, 2025
The Interstellar Mapping and Acceleration Probe, or IMAP, will chart our heliosphere, the giant bubble encasing our solar system. The heliosphere is like Earths house in space: It shelters our planet from pic.twitter.com/8jnBNq9YkI
Cuantos más datos tengamos sobre nuestra estrella, mejor podremos comprender y anticipar sus ciclos, lo que nos permitirá prepararnos mejor para sus próximos periodos de intensa actividad.
Referencia de la noticia
NASA Analysis Shows Sun’s Activity Ramping Up, Jet Propulsion Laboratory, 15/09/2025