Sondeando la burbuja magnética protectora del Sistema Solar

La nueva misión de la NASA incluye un instrumento construido en Gran Bretaña que mapeará la heliosfera y observará el clima espacial; descubrimos más.

Sondeando la burbuja magnética protectora del Sistema Solar
Ilustración de IMAP, que muestra un magnetómetro de fabricación británica. Crédito: Agencia Espacial del Reino Unido

La misión Sonda de Mapeo y Aceleración Interestelar (IMAP), de la NASA contribuirá a mejorar nuestra comprensión de la heliósfera, la burbuja magnética protectora que rodea el sistema solar.

Como parte de la misión, el instrumento MAG, de fabricación británica, se desplazará a aproximadamente un millón de millas de la Tierra para observar cómo el clima espacial (viento solar y partículas cósmicas), interactúa con la heliósfera.

Estación meteorológica espacial

IMAP, es esencialmente una estación meteorológica espacial. Desde su posición en el espacio, estudiará el viento solar (las corrientes de partículas cargadas, o plasma, que fluyen constantemente desde el Sol), y cartografiará la forma de la burbuja magnética que rodea nuestro sistema solar con un detalle sin precedentes. A pesar de la distancia, IMAP podrá enviar datos desde el espacio en cinco minutos.

A bordo se encuentra el instrumento MAG, un magnetómetro de alta sensibilidad desarrollado por el Imperial College de Londres con una financiación de 4,2 millones de libras esterlinas de la Agencia Espacial del Reino Unido. Medirá la intensidad y la dirección de los campos magnéticos en el espacio, proporcionando datos cruciales para mejorar nuestra comprensión del clima espacial.

El profesor Timothy Horbury, director científico del magnetómetro IMAP en el Imperial College, afirmó: "Nuestro instrumento de campo magnético nos ayudará a comprender cómo las partículas se aceleran en las ondas de choque y cómo viajan a través del sistema solar".

"Me entusiasma especialmente que nuestros datos se hagan públicos en cuestión de minutos tras ser medidos a más de un millón de millas de distancia, lo que contribuirá a los pronósticos meteorológicos espaciales en tiempo real. Es un excelente ejemplo de cómo las mediciones científicas pueden tener un impacto positivo en la sociedad”, agregó Horbury.

La próxima era de la exploración

El clima espacial no solo representa un riesgo para los astronautas, sino que también puede interrumpir los satélites, interrumpir las señales GPS e incluso provocar cortes de energía en la Tierra.

IMAP proporcionará monitoreo en tiempo real de estos peligros, lo que ayudará a los científicos a emitir alertas tempranas, dando a los operadores más tiempo para proteger los numerosos servicios de los que dependemos a diario, incluyendo las transacciones bancarias con las redes de telefonía móvil.

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Además de medir el viento solar, IMAP detectará partículas de alta energía, polvo interestelar y átomos que se desplazan desde más allá de las estrellas. En conjunto, estas observaciones nos ayudarán a visualizar cómo nuestro sistema solar interactúa con la galaxia en su conjunto.

Los hallazgos de IMAP serán cruciales para planificar misiones tripuladas seguras a la Luna, Marte y más allá, ya que al comprender cómo la radiación y las partículas energéticas se desplazan por el espacio, podremos proteger mejor a los astronautas en viajes largos, abriendo la puerta a la nueva era de la exploración.