Únete a la noche global de observación de la Luna y descubre sus secretos junto a la NASA
La Noche Internacional de Observación de la Luna te invita a celebrar el vínculo inspirador entre la Tierra y nuestro satélite y los preparativos de la NASA para Artemis II.

La Noche Internacional de Observación de la Luna, es un evento anual que reúne a personas curiosas y entusiastas de todo el mundo y este sábado 4 de octubre de 2025 tendremos una nueva oportunidad para celebrar la asombrosa conexión entre la Tierra y su compañero celeste más cercano.
El evento organizado por la NASA no sólo busca la observación, sino también compartir la emoción de la exploración lunar. Este año, se busca destacar los preparativos de la misión Artemis II, cuyo lanzamiento está planeado para principios de 2026 que enviará a cuatro astronautas en un vuelo de casi diez días que sobrevolará nuestro satélite.
La Luna, es el objeto en el cielo nocturno que mejor conocemos, además, del más fácil de estudiar. No importa si tus herramientas son un telescopio sofisticado, unos binoculares sencillos o simplemente tus ojos, siempre encontrarás muchas características interesantes para observar.
Para ser parte de este momento, puedes registrar tu evento o participación individual aquí y así aparecer en el mapa mundial de observadores. Además, puedes conectarte con otros aficionados en línea usando la etiqueta #ObserveTheMoon en tus redes sociales favoritas, compartiendo tus historias, imágenes o cualquier obra de arte inspirada en la Luna.

Los objetivos principales de esta noche, es unir a las personas en la celebración de la ciencia lunar y empoderar al público para que aprenda más sobre nuestro satélite. Al usar la Luna como un punto de entrada accesible, la NASA busca inspirar la observación continua del cielo y del mundo que nos rodea.
Descifrando la topografía Lunar
Se suele escoger un sábado de septiembre u octubre, cuando la Luna está en fase gibosa creciente, que es cuando la podemos ver en lo alto del cielo después del atardecer y durante gran parte de la noche y sus condiciones de iluminación entre un 70 y 80 % permiten identificar varios sitios de interés.
Los observadores podrán distinguir a simple vista las grandes y oscuras manchas en la superficie lunar, llamadas “Maria”, palabra que proviene del latín y significa “mares”. Durante gran parte de la historia humana registrada, se pensó que estas áreas contenían vastos cuerpos de agua.
En realidad, los "Maria" son grandes llanuras planas compuestas por lava antigua solidificada. Se formaron cuando impactos masivos de asteroides o meteoritos crearon enormes cuencas que luego se llenaron con lava basáltica, similar a la que brota en la Tierra, vulcanismo que comenzó hace unos 4 mil millones de años.
Por otro lado, las áreas de colores más claros se conocen como las tierras altas. Estas zonas representan la corteza lunar más antigua, un tipo de roca dominada por la anortosita. ¿Te imaginas poder distinguir, con sólo mirar hacia arriba, el material original con el que se formó nuestro satélite?.
Guía de observación: ojos, binoculares y telescopios
Al mirar la Luna a simple vista, verás principalmente patrones en blanco y gris. Si tu visión es lo suficientemente aguda y le das tiempo para ajustarse, podrías distinguir algunos de los cráteres de impacto más grandes, entre los que se encuentran Tycho, Kepler o el famoso Copernicus.
Con un par de binoculares, la Luna se transforma inmediatamente y ya no verás sólo patrones suaves de gris y blanco, sino terreno real con grandes crestas montañosas y cráteres definidos. Los binoculares añaden textura, mostrando dónde la superficie ha sido marcada por incontables impactos.

Para aprovechar al máximo tu observación, intenta ver la Luna cuando no esté llena, enfocando especialmente a lo largo del "terminador" o división entre la luz y la oscuridad. En esta línea, las características geológicas, como los cráteres, proyectan sombras largas que los hacen mucho más claros y visibles. ¿Qué binoculares usar? Uno de aumento 7 es el mínimo recomendado.
Con un telescopio, la Luna se vuelve tan grande que no la podrás abarcar toda a la vez y podrás ver montañas, cadenas de cráteres creadas por escombros y rimas (grietas en la superficie). Es la misma sensación de asombro que debió sentir Galileo, viendo que el orbe familiar se convertía en otro mundo por explorar.
Fenómenos luminosos y secretos orbitales
¿Sabías que la Luna no tiene brillo propio (en el óptico)? La luz que vemos y llamamos "luz de la Luna" es, en realidad, luz reflejada del Sol. Sin embargo, durante su fase creciente, en el crepúsculo, a veces se puede ver la parte oscura de la Luna brillando débilmente.
Este fenómeno se llama brillo terrestre (o earthshine), y sucede porque la luz solar se refleja primero en la Tierra para luego iluminar esa porción oscura de la Luna. Es como si la Tierra estuviera actuando como un espejo gigante en el espacio, dándole un sutil resplandor a su compañero cósmico.
Además, desde la Tierra siempre vemos el mismo lado de la Luna; a esto se le conoce como acoplamiento de marea (tidally locked). La Luna sí rota, pero su velocidad de rotación es idéntica a la velocidad con la que orbita nuestro planeta, por lo que la misma cara está orientada hacia nosotros.
No obstante, la Luna experimenta un fenómeno de "bamboleo" conocido como libración. Los observadores con experiencia aprovechan libraciones favorables, momentos en que el borde del disco lunar se inclina ligeramente, lo que les permite ver aproximadamente el 59 % total de la superficie lunar.