¡Heces en el pañal! Cuando las bacterias hacen historia: lo que la primera deposición de un bebé revela sobre su futuro
Lo que para los adultos suele ser desagradable, para la ciencia es clave para la salud: las primeras heces de un recién nacido proporcionan pistas sobre cómo se desarrolla su sistema inmunológico y qué enfermedades podría combatir.

Un pequeño montículo en un pañal: discreto, pero un tesoro para la ciencia. Los investigadores sospechan que puede contener pistas sobre la salud futura de una persona.
Como informa la BBC, lo primero que produce un bebé podría revelar información sobre su sistema inmunitario, su susceptibilidad a las enfermedades e incluso su bienestar emocional.
El gran experimento del pañal en Londres
En un laboratorio del Hospital Queen's de Londres, se analizaron 3500 pañales. El proyecto, acertadamente llamado "Bioma del Bebé", tiene como objetivo comprender cómo los primeros microbios en el intestino de un recién nacido afectan su vida posterior.
Los primeros días son decisivos
Porque al nacer, comienza una colonización microscópica que puede ser crucial. "En los primeros días después del parto, surge una especie de microbiota incipiente en el intestino", afirma el epidemiólogo Nigel Field, del University College de Londres. Solo después de tres o cuatro días se forma una comunidad bacteriana estable, y esta parece moldear el sistema inmunitario.
Una ventaja natural o un germen hospitalario
Los bebés nacidos por parto vaginal reciben una importante ventaja inicial: al pasar por el canal del parto, ingieren bacterias del intestino de su madre, principalmente Bifidobacterium longum y Bifidobacterium breve.
Estos microorganismos ayudan a digerir los azúcares complejos de la leche materna y producen ácidos grasos de cadena corta que activan el sistema inmunitario, fortalecen la barrera intestinal y controlan los gérmenes dañinos. Este contacto inicial, en esencia, "programa" el sistema inmunitario y puede influir en la capacidad de los niños para combatir infecciones o reaccionar a alergias en el futuro.
En los bebés nacidos por cesárea, esta colonización temprana es diferente: no reciben automáticamente las bifidobacterias de su madre, sino a menudo Enterococcus faecalis, una bacteria que se encuentra habitualmente en entornos hospitalarios.
Estos microorganismos no son necesariamente dañinos, pero carecen de las bacterias “buenas" iniciales que garantizan un entorno intestinal saludable con bajo nivel de oxígeno e inhiben el crecimiento de gérmenes patógenos. Los estudios demuestran que estas diferencias suelen desaparecer durante el primer año de vida, pero los primeros días y semanas pueden ser cruciales:
Bacterias protectoras
La diferencia no es meramente teórica. El estudio Baby Biome demostró que los bebés cuyo intestino se colonizó precozmente con Bifidobacterium longum —una especie especialmente eficaz para utilizar la leche materna— tenían menos probabilidades de sufrir infecciones respiratorias. Al parecer, esta bacteria ayuda a “entrenar" y calmar el sistema inmunitario, en lugar de mantenerlo en estado de alerta máxima.
Impronta temprana, consecuencias a largo plazo
Las investigaciones sugieren, por tanto, que la interacción entre el m��todo de parto, la nutrición y el microbioma deja huellas a largo plazo. Esto suena a una recomendación clara, pero no es tan sencillo.

No todos los bebés nacidos por vía vaginal tienen automáticamente las bacterias "adecuadas", y no todos los bebés nacidos por cesárea presentan riesgos.
Entre la esperanza y el riesgo
Los intentos de repoblar artificialmente el intestino —por ejemplo, mediante los llamados procedimientos de "siembra vaginal" o trasplantes fecales— se consideran actualmente controvertidos.
Expertos como la investigadora del microbioma Archita Mishra prefieren probióticos específicos y seguros. La esperanza a largo plazo es que las mezclas bacterianas personalizadas puedan ayudar a cada bebé a desarrollar una flora intestinal óptima.
Referencia de la notica
BBC, “What a baby’s first poo can tell you about their future health”, veröffentlicht am 4. November 2025.