Los 5 hallazgos más fascinantes descubiertos por arqueólogos en 2025
Desde naufragios hasta el genoma egipcio más antiguo: nuevas excavaciones y tecnología moderna revelaron este 2025 secretos históricos ocultos durante milenios.

Este ha sido un año revolucionario para la arqueología, donde los grandes avances en la tecnología han permitido "leer" el pasado como nunca antes. Gracias a la secuenciación de ADN antiguo, científicos lograron reconstruir el linaje de un egipcio de la era de las pirámides, mientras que satélites y mapeos submarinos han revelado desde trampas de caza milenarias en los Andes hasta buques de la Segunda Guerra Mundial. Incluso, el hallazgo de un puerto sumergido promete acercarnos, finalmente, al paradero de la tumba de Cleopatra.
Sin embargo, el 2025 nos recuerda que la pala y el pincel de los arqueólogos siguen siendo herramientas insustituibles. La excavación tradicional ha devuelto a la luz tesoros fascinantes, como la última tumba perdida de un faraón de la Dinastía XVIII en el Valle de los Reyes. Estos hallazgos demuestran que, bajo el rigor del método clásico, la tierra aún guarda secretos de poder y ritos que desafían el paso de los milenios.
Vamos a repasar cinco descubrimientos que trazan un mapa de nuestra historia, que aún permanece oculto bajo selvas densas, arenas desérticas y abismos marinos. Lo que los científicos han encontrado este año es solo un recordatorio de cuánto patrimonio humano espera ser rescatado del olvido.
1- La búsqueda de Cleopatra: hallan un puerto hundido frente a la costa egipcia
En 2025 los arqueólogos hicieron un descubrimiento que podría ayudar a localizar la tumba de la reina Cleopatra. Durante dos décadas, la exploradora de National Geographic, Kathleen Martínez, ha buscado el lugar de descanso final de Cleopatra; no en Alejandría, donde la mayoría de los académicos creen que está enterrada, sino en un templo cercano poco conocido llamado Taposiris Magna.
Buzos dirigidos por el Explorador General de National Geographic, Bob Ballard, cartografiaron suelos pulidos, imponentes columnas y anclas bajo las olas. El hallazgo, que apareció en el documental "El Secreto Final de Cleopatra", redefine Taposiris Magna como un importante centro marítimo y religioso. Este hallazgo, según Martínez, refuerza la idea de que Cleopatra eligió la ubicación para su tumba. Si sus restos se encuentran en algún lugar de la costa es una pregunta que solo una exploración más profunda podrá responder.
2- Los naufragios de la Segunda Guerra Mundial revelan información sobre la mortífera campaña de Guadalcanal
Ballard también dirigió una expedición de alta mar al estrecho Iron Bottom en las Islas Salomón en julio de 2025, para explorar barcos hundidos de la Segunda Guerra Mundial. El fondo marino allí es un solemne cementerio para los más de cien buques aliados y japoneses destruidos durante la Batalla de Guadalcanal. Algunos no han sido vistos desde la década de 1940.

Durante esta expedición, Ballard y su equipo a bordo del E/V Nautilus utilizaron ROV para inspeccionar 13 naufragios, incluyendo el destructor Teruzuki de la Armada Imperial Japonesa y la proa destrozada del USS New Orleans.
El equipo también revisó el crucero australiano HMAS Canberra, hundido durante la catastrófica Batalla de la Isla Savo, y examinó los restos del USS DeHaven, uno de los últimos buques perdidos en la campaña de Guadalcanal.
3- Encuentran la tumba perdida del faraón Tutmosis II
La tumba del rey Tutmosis II eludió a los arqueólogos durante más de un siglo antes de que un equipo conjunto británico y egipcio anunciara su descubrimiento el pasado febrero de 2025.
Es la primera tumba real desde el rey Tutankamón que se encuentra cerca del famoso Valle de los Reyes, situado cerca de Luxor. En su interior, los arqueólogos descubrieron paredes con inscripciones jeroglíficas y un techo celestial pintado.
4- Megaestructuras andinas reescribe la antigua vida en las montañas
La arqueología moderna en los Andes está revelando que las antiguas sociedades no solo se adaptaron al terreno escarpado, sino que lo rediseñaron a gran escala. En Perú, el misterio de la "Franja de Agujeros" en Monte Sierpe parece haber encontrado finalmente una explicación técnica. Esta formación de unos 5 mil pozos, que ya asombraba en las fotografías aéreas de la década de 1930, ha sido reexaminada mediante drones y análisis botánicos.

Los investigadores sugieren que estos agujeros funcionaban como un sofisticado centro de logística y contabilidad de los pueblos Chincha e Incas; una suerte de mercado de intercambio donde cada fosa albergaba cestas de productos, vinculando este sistema físico con los quipus (o khipus), las famosas cuerdas anudadas utilizadas para el registro de datos.
Mientras tanto, en la cuenca del río Camarones, en Chile, el ojo clínico de los arqueólogos apoyado en imágenes satelitales ha identificado una monumental red de caza. Se trata de 76 estructuras de piedra en forma de "V", conocidas como chacu. Estos muros, que alcanzan los 150 metros de largo, actuaban como embudos gigantes para canalizar a las veloces vicuñas hacia corrales circulares.

Este hallazgo subraya una planificación colectiva impresionante: durante generaciones, las comunidades moldearon la geografía para gestionar recursos vitales, demostrando que la ingeniería andina fue tan eficaz en la gestión comercial como en la supervivencia en entornos extremos.
5- El mapa genético del Egipto más remoto
En la necrópolis de Nuwyat, sobre una colina de piedra caliza, un hallazgo inusual ha reescrito los libros de genealogía antigua. Dentro de una vasija de cerámica, los arqueólogos hallaron el esqueleto de un hombre que vivió hace 4500 años, en pleno auge del Imperio Antiguo. Lo verdaderamente asombroso no fue el entierro en sí, sino lo que guardaba uno de sus dientes: el genoma egipcio más antiguo y completo jamás secuenciado.

Este material genético ha actuado como una cápsula del tiempo, revelando que el individuo poseía un 80 % de herencia de grupos neolíticos norteafricanos y un 20 % de poblaciones de Asia occidental, confirmando la compleja red de migraciones en los albores de las pirámides.
Más allá del ADN, la ciencia aplicada nos ha permitido "mirar a los ojos" a este antiguo habitante del Nilo. Mediante escaneos 3D de su cráneo, los investigadores reconstruyeron su fisonomía, aunque con la cautela ética de no asignar colores de piel o cabello, datos que el ADN degradado aún no permite precisar con total rigor científico.
Los restos de este individuo cuentan una historia de esfuerzo físico, pero lejos de los grandes mitos. El desgaste óseo y las tensiones en su espalda sugieren una vida de movimientos repetitivos y gran destreza manual. Los bioarqueólogos descartan que fuera un constructor de pirámides; más bien, todo apunta a que fue un maestro alfarero. Paradójicamente, el mismo artesano que pasó su vida moldeando arcilla terminó sus días descansando para la eternidad dentro de una de sus propias creaciones, custodiando el secreto de sus ancestros durante cuatro milenios.
Referencia de la noticia
Nicholas St. Fleur. "6 descubrimientos arqueológicos que asombraron al mundo en 2025". National Geographic. Diciembre 2025.