Cómo cuidar los helechos: consejos prácticos para mantenerlos sanos y fuertes

Existen plantas que siempre lucen imponentes y elegantes en cualquier lugar, y manteniendo los cuidados correctos puedes convertirlos en parte de tu decoración sin complicarte la vida.

Además de decorar, los helechos ayudan a mejorar la calidad del aire filtrando contaminantes y aumentando la humedad.

Los helechos tienen esa energía que hace que cualquier espacio de la casa o la terraza se sienta más vivo y fresco. Son esas plantas verdes y frondosas que parecen respirar naturaleza. Pero, si bien lucen sencillas y delicadas, necesitan tener ciertos cuidados para mantenerse espectaculares por mucho tiempo.

Lo curioso de estas plantas es que no tienen flores, pero sí una historia que te dejara boquiabierto: son plantas milenarias que existían ya en la época de los dinosaurios y que han sobrevivido a cambios enormes en el planeta. Eso ya te da una idea de lo resistentes que pueden ser, aunque no por eso debes descuidarlos.

La buena noticia es que cuidarlos no es complicado. No necesitas herramientas especiales ni conocimientos avanzados para mantenerlos en buen estado. Con un poco de observación, algo de paciencia y siguiendo los siguientes consejos, podrás ver cómo se mantienen saludables y lucen cada vez más bonitos.

Cada detalle cuenta, desde el lugar donde decidas colocarlos hasta la forma en que los riegues. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en su aspecto y vitalidad, y comprender lo que necesitan te permitirá anticiparte a problemas y darles justo el ambiente que mejor les sienta.

Los helechos son plantas sin flores que se reproducen por esporas, una estrategia que tienen desde hace millones de años.

En el fondo, la meta es que tu helecho no solo sobreviva sino que crezca fuerte, frondoso y con un follaje espectacular durante muchos años. Se trata de brindarles un cuidado constante pero sin complicaciones, manteniendo un equilibrio entre dedicación y disfrute para que tanto tú como la planta puedan beneficiarse.

Cuidados sencillos para tu helecho

El primer paso para un helecho feliz es colocarlo en un lugar en donde se sienta bien. Lo que más le gusta es la luz indirecta y los ambientes húmedos. Si lo pones en sol directo, puede quemarse, y si estás en una zona seca, el aire lo va a resecar rápido. Lo ideal es tenerlo cerca de una ventana que reciba buena cantidad de luz y evitar corrientes de aire frío.

En verano, puede ser que necesiten riego incluso varias veces por semana, mientras que en invierno puedes espaciarlo más.

Mucha gente coloca helechos en baños o terrazas sombreadas porque la humedad ambiental ahí ayuda bastante, Así que si tu casa es seca, puedes poner un plato con agua debajo de la maceta o usar un humidificador a mano.

Aunque esta especie ama la humedad ambiental, no les favorece el exceso de agua en las raíces, por lo que el sustrato debe estar siempre ligeramente húmedo, sin encharcar. Lo mejor es regar con frecuencia pero en poca cantidad, especialmente si notas que la capa superior ya empieza a secarse. Lo que si hacer todos los días es usar un atomizador para rociar las hojas.

Lo ideal es una mezcla que retenga humedad, pero que drene bien, por ejemplo, mitad turba o mantillo y mitad arena o perlita.

Los helechos prefieren temperaturas suaves, entre unos 15 °C y 24 °C. Si baja de los 15 °C, pueden sufrir y si sube mucho, se secan fácilmente. Evita ponerlos en pasillos con corrientes de aire o cerca de aparatos que resequen el aire. Con algo de frescura y estable temperatura, suelen sentirse muy a gusto.

Recomendaciones para un helecho saludable.

Debes saber que las macetas de plástico suelen ser prácticas porque ayudan a mantener la humedad, aunque si usas una doble maceta, puedes mantener una capa de agua abajo para que el helecho la absorba sin encharcar.

No es necesario podar mucho, solo quitar frondes secos, amarillos o dañados con tijeras limpias.

Durante la primavera y verano, conviene abonar cada dos o cuatro semanas con algun tipo de fertilizante líquido diluido a la mitad, para no saturarlo. No es necesario podar mucho, solo quitar frondes secos, amarillos o dañados con tijeras limpias, para que la planta tenga energía en lo sano.

Los helechos suelen ser bastante resistentes, aunque pueden verse afectados por cochinillas, exceso de agua que da pie a hongos o problemas de nutrientes que se manifiestan con hojas amarillas.

Para la cochinilla, un remedio casero funcional, es pasar suavemente un algodón con un poco de aceite vegetal por las áreas afectadas. Si ves hojas amarillas por falta de clorofila, puede ser falta de hierro o nutrientes, así que prueba integrando un poco de composta, humus d lombriz o quelatos de hierro.

Con luz filtrada, riego moderado, ambiente húmedo, un sustrato aireado, un poquito de abono y poda ocasional, y ojo con alguna plaga o señal rara, vamos a tener una planta feliz. Te digo: no es rocket science, pero sí requiere que estés pendiente como amigo. Tu helecho te va a recompensar con verde, frescura y buen rollo.