Cómo cultivar y cuidar la albahaca para que esté fresca todo el año

Cultivar albahaca en casa es fácil y gratificante. Con los cuidados adecuados, podrás disfrutar de su frescura y aroma durante todo el año, incluso en climas menos favorables.

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La albahaca, una aromática todoterreno para cultivar en maceta

La albahaca (Ocimum basilicum) es una de las hierbas aromáticas más populares en la cocina mediterránea y asiática. Su aroma inconfundible y sabor fresco la convierten en un ingrediente esencial para salsas, ensaladas y guisos.

Pero más allá de su uso culinario, cultivar albahaca en casa puede ser una actividad muy gratificante y sencilla si se siguen algunos cuidados básicos. En este artículo, te explicamos cómo cultivar y cuidar la albahaca para que esté fresca durante todo el año, ya sea en maceta, en el huerto o en interior.

¿Qué pasos seguir para tener una albahaca fresca todo el año?

La albahaca es una especie de cierta delicadeza, pero con unos cuidados mínimos se puede conseguir que esté fresca todo el año, incluso en los meses de más temperatura, como es el verano. A continuación os desvelamos algunos consejos que son clave para el éxito en su cultivo.

Elegir la variedad adecuada

Existen muchas variedades de albahaca: la clásica genovesa, la morada, la tailandesa o la limón, entre otras. Todas comparten cuidados similares, aunque algunas tienen mayor resistencia a enfermedades o climas fríos. Para un cultivo doméstico prolongado, la albahaca genovesa es una excelente opción por su crecimiento rápido y sabor suave.

Cultivo en interior o exterior

La albahaca se puede cultivar tanto en exterior como en interior. En climas cálidos, se puede plantar en huertos o macetas al aire libre, siempre que reciba al menos 6 horas de sol al día.

Si vives en una zona con inviernos fríos, lo ideal es trasladarla al interior durante los meses más gélidos o cultivarla en una ventana soleada todo el año.

Siembra y trasplante

Puedes comenzar desde tus propias semillas o comprar plantones en viveros. Si decides sembrar, hazlo en primavera si estás en el exterior, o durante todo el año si cultivas en interior. Siembra las semillas en semilleros con sustrato húmedo y ligero, y suelen germinan en torno a los 7 o 10 días. Una vez tengan al menos 4 hojas verdaderas, puedes trasplantarlas a una maceta más grande o al suelo del huerto.

El sustrato ideal

La albahaca necesita un sustrato bien drenado, rico en materia orgánica y ligeramente húmedo. Puedes mezclar tierra de jardín con compost o humus de lombriz. Es importante que la maceta tenga agujeros de drenaje para evitar encharcamientos que pueden pudrir las raíces.

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Las planteras se pueden obtener mediante semilla. En este ejemplo se pueden observar planteras de tomate

Luz y temperatura

A la albahaca le encanta el sol y necesita al menos 6 horas de luz directa al día. Si está en interior y no recibe suficiente luz natural, puedes complementar con luces LED de cultivo. En cuanto a la temperatura, se desarrolla mejor entre 18 y 30 °C. No soporta heladas, por lo que es fundamental protegerla en invierno.

Riego y humedad

Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Riégala cuando la capa superficial esté seca, preferiblemente por la mañana. En climas secos o interiores con calefacción, es recomendable pulverizar las hojas de vez en cuando para mantener una humedad ambiental adecuada.

Poda y cosecha

Para mantener la planta siempre fresca y estimular su crecimiento, es importante podarla regularmente.

Cortar los tallos justo por encima de un par de hojas, lo que fomentará la ramificación. Nunca arranques las hojas de forma individual, ya que eso debilita el tallo.

Cómo evitar la floración prematura

Cuando la albahaca florece, su sabor cambia y se vuelve más amargo. Para evitarlo, elimina los brotes florales en cuanto aparezcan. Esto redirigirá la energía de la planta al crecimiento de hojas nuevas.

Plagas y enfermedades comunes

La albahaca es susceptible a plagas como el pulgón, la mosca blanca o los trips. También puede sufrir de hongos si se riega en exceso o si hay mala ventilación. Se debe inspeccionar regularmente la planta y utilizar remedios ecológicos como jabón potásico o infusiones de ajo en caso de infestaciones.

Reproducción y mantenimiento

Puedes reproducir tu planta mediante esquejes. Corta un tallo sano, colócalo en agua y, tras unos días, cuando tenga raíces, plántalo en sustrato. Así tendrás nuevas plantas frescas durante todo el año.