
Esta isla tiene un nombre, una historia e incluso unas coordenadas muy concretas. Estamos hablando de una franja de tierra del tamaño de Manhattan que debería emerger hacia el Pacífico.
Esta isla tiene un nombre, una historia e incluso unas coordenadas muy concretas. Estamos hablando de una franja de tierra del tamaño de Manhattan que debería emerger hacia el Pacífico.
La erupción que dio origen al Ferdinandea duró seis semanas y acabó generando un cono volcánico de 65 metros de altura sobre el nivel del mar y unos 300 metros de anchura, con un perímetro de casi 1 kilómetro.
Los científicos intentan estudiar y comprender el fenómeno de las luces telúricas con la esperanza de entender mejor su causa y su posible importancia para la predicción y alerta de terremotos.
En aquella época, la luz solar no podía penetrar en la superficie, al estar perpetuamente cubierta por una especie de velo en la atmósfera. Esto también provocó un descenso de la temperatura media global, con consecuencias dramáticas para la población mundial.
Varias investigaciones y estudios científicos han demostrado que los animales son buenos para la salud. En presencia de malestar o discapacidad mental o física, representan un apoyo muy importante, si no fundamental, con claros efectos en el bienestar del paciente.
A principios del siglo XX, muchos estudiosos y botánicos consideraban extinguido este abeto endémico de la cadena montañosa de Madonie. En 1957, un grupo de botánicos descubrió una población superviviente en el norte de Sicilia.
Su nombre es Niijima y ha sido apodada "la isla que nunca existe". Hablamos del elegante atolón creado al sur de Iwo Jima, en Japón, tras la erupción de un volcán submarino.
La erupción duró hasta marzo de 1890, cambiando el aspecto de la propia isla. La erupción de Vulcano fue el primer ejemplo de erupción volcánica estudiada por un equipo de investigadores, con una publicación científica.
Este es también el caso del ocelote, un felino salvaje que habita en Centroamérica y para el cual se inició un proyecto de reintroducción de la especie después de que la población se redujera a sólo 100 ejemplares.
La tuna siciliana se utiliza en la cocina, en muchos platos típicos sicilianos. En repostería se utiliza tanto para preparar helados como para elaborar deliciosos granizados, y en algunos casos también cremas. Representa uno de los símbolos de Sicilia.