¿Podremos finalmente abandonar el plástico de un solo uso en los hospitales? Un médico australiano da nuevas esperanzas
¿Se acabarán pronto las batas de plástico desechables en los hospitales? Sin sacrificar la higiene, un médico australiano ha encontrado una solución para proteger el medioambiente y acabar con este desperdicio. ¿En qué consiste?

En el sector de la salud, y en particular en nuestros hospitales, el plástico desechable de un solo uso está por todas partes: batas, mascarillas de oxígeno, campos quirúrgicos, bolsas de suero y diversos instrumentos. Un médico australiano, sin sacrificar la higiene, ha encontrado una solución muy prometedora para reducir estos residuos plásticos y, así, proteger el medioambiente.
Una "pared de dispositivos de esterilización"
Fue solo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el plástico se abarató, que los hospitales optaron por productos desechables. Esta tendencia se generalizó en la década de 1980 con el auge del marketing y los temores relacionados con la aparición del VIH. ¡Ahora, los contenedores de basura de los hospitales están a rebosar!
"... to critical-care doctor and anesthesiologist Forbes McGain, the latter pile signals a hospital daring to push back against the tide of single-use items pervasive in healthcare." https://t.co/hrZAFVpBfd pic.twitter.com/F8PsRFMRYl
— destinationCME (@destinationcme) September 6, 2025
Para 2030, según Grand View Research, se espera que la industria mundial de plásticos médicos supere los 87 mil millones de dólares. Forbes McGain, anestesiólogo australiano de cuidados intensivos del Hospital Footscray de Melbourne, decidió rebelarse contra los residuos médicos y dejar de depender de la industria petroquímica.
Así pues, eligió batas y campos quirúrgicos de tela lavable y duradera. En una sala de descontaminación, el personal enjuaga las bandejas, reensambla los kits quirúrgicos y carga los paquetes de ropa blanca en una "pared de dispositivos de esterilización", mientras que otros hospitales tiran todos estos artículos a la basura.
Además de estas batas, campos y tubos de oxígeno reutilizables, todo su equipo también se ha asociado con fabricantes para reciclar las bolsas de suero en PVC y las máscaras de oxígeno en tubos agrícolas.
Límites industriales
Un modelo realizado para un hospital británico demostró que, además de los beneficios ambientales, esta transición también fue positiva para la economía. Elegir batas reutilizables reduce las emisiones de carbono en aproximadamente 100 toneladas, los residuos en 20 toneladas y ahorra 500 metros cúbicos de agua, ¡lo que en última instancia supone un ahorro de 115.000 € al año!
According to research published in Australian Health Review, a three-hour knee replacement operations has similar emissions compared to a 914-kilometre car trip - that's about the same as driving from Brisbane to Sydney.https://t.co/OFWZfN3XGF#AusHealthReview @western_health
— CSIRO Publishing (@CSIROPublishing) January 22, 2025
En un estudio publicado en 2024, el Dr. McGain y sus colegas demostraron que, en el caso de una prótesis de rodilla, la cantidad de artículos de plástico y PVC desechados podría variar hasta el doble, dependiendo de las decisiones del cirujano.
En cualquier caso, la política nacional australiana ya se ha visto influenciada por las propuestas del anestesiólogo: los tubos de ventilación ahora se reemplazan semanalmente en lugar de diariamente, lo que reduce los residuos en un 80%. Sin embargo, existen limitaciones industriales, ya que los circuitos de ventilación reutilizables están desapareciendo gradualmente del mercado.
Si el sector de la salud fuera un país, sería el quinto mayor emisor de CO2, por delante de Japón y Canadá, según Bloomberg. Además del plástico de un solo uso, las calderas de gas y el óxido nitroso (un gas anestésico) también contribuyen significativamente a los residuos. Según The Shift Project, los dispositivos médicos emiten 7,4 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año en Francia.
Referencias de la noticia
GEO. Le plastique à usage unique, incontournable à l'hôpital ? Ce médecin australien prouve le contraire.
F. McGain et al., Australian Health Review, 2024. The carbon footprint of total knee replacements.