Datos sísmicos de la NASA revelan, "impactos masivos formaron océanos de magma en Marte"

Nuevos datos sísmicos de la misión InSight de la NASA revelan que el manto de Marte está plagado de misteriosos grumos rocosos, vestigios de impactos cósmicos ocurridos hace más de 4.500 millones de años. ¿Qué más esconde el planeta rojo?

Representación artística de un antiguo impacto masivo en Marte, capaz de generar océanos de magma y alterar su interior para siempre.
Representación artística de un antiguo impacto masivo en Marte, capaz de generar océanos de magma y alterar su interior para siempre.

Cuando la misión InSight de la NASA llegó a su fin en 2022, dejó tras de sí un tesoro invaluable: más de mil martemotos registrados en su breve pero poderosa vida.

Ahora, en 2025, esos datos han permitido a la comunidad científica descubrir algo extraordinario bajo la superficie marciana: el planeta rojo tiene un manto interior lleno de "grumos" o fragmentos rocosos, reliquias de antiguos impactos cósmicos.

Este hallazgo, publicado en la revista Science, cambia nuestra visión del interior marciano. Se trata de estructuras kilométricas que sobrevivieron casi intactas durante miles de millones de años. Y eso, en términos planetarios, es un verdadero fósil viviente del caos temprano del sistema solar.

Un planeta sin batidora geológica

La Tierra es un planeta en constante movimiento interno. Gracias a sus placas tectónicas, nuestro manto y corteza están siempre en reciclaje, destruyendo evidencia antigua, pero Marte no funciona así. Es un planeta de una sola placa, donde la convección del manto —ese proceso que mezcla y calienta el interior planetario— es lenta, casi perezosa.

Comparación entre la Tierra y Marte
Comparación entre la Tierra y Marte: mientras nuestro planeta recicla su interior con placas tectónicas activas, Marte conserva grumos rocosos antiguos en su manto, casi intactos desde los tiempos de su formación. Ilustración artística generada por IA.

Gracias a esa lentitud geológica, los grumos detectados por el equipo de Constantinos Charalambous y Tom Pike han sobrevivido como cápsulas del tiempo. Son grandes fragmentos, de hasta 4 kilómetros de ancho, que no se han fundido ni mezclado del todo con el resto del manto. Están ahí, suspendidos, como si el tiempo no pasara.

¿Cómo llegaron allí? La explicación más probable es también la más violenta: hace 4.500 millones de años, cuando el sistema solar aún era joven, Marte fue bombardeado por cuerpos del tamaño de protoplanetas.

Esos impactos liberaron tanta energía que fundieron grandes zonas del planeta y lanzaron fragmentos rocosos profundamente hacia el interior. Algunos se quedaron allí. Hasta ahora.

Martemotos reveladores

Los investigadores analizaron ocho martemotos con señales sísmicas particularmente intensas. Estas ondas, generadas por impactos de meteoritos o fracturas internas, viajaron por el interior del planeta hasta el manto, donde algo extraño ocurrió: se desaceleraron más de lo esperado.

Las ondas sísmicas revelan un manto marciano denso, viscoso y lleno de grumos: un caramelo rocoso que conserva huellas del pasado.

Eso encendió las alarmas. Los modelos computacionales planetarios revelaron que estas alteraciones eran coherentes con zonas pequeñas y localizadas con distinta composición: es decir, los “grumos” mencionados. Esos bloques afectan el paso de las ondas sísmicas, generando señales distorsionadas y lentas, como si estuvieran atravesando vidrio astillado.

Corte de Marte revela restos de impactos antiguos en su manto. InSight capta las ondas sísmicas.
Corte de Marte revela restos de impactos antiguos en su manto. InSight capta las ondas sísmicas. NASA/JPL-Caltech

Este descubrimiento no solo confirma la existencia de estos restos impactantes, sino que también entrega pistas sobre la viscosidad del manto, que parece ser altísima: una especie de caramelo rocoso que apenas se ha deformado con el paso del tiempo.

¿Una ventana al pasado de otros mundos?

El hallazgo no solo nos habla de Marte, sino que ofrece una comparación invaluable con otros planetas sin placas tectónicas, como Venus o Mercurio. Si sus interiores también han evitado la “batidora tectónica”, podrían esconder estructuras similares: fósiles del sistema solar primitivo.

Por ahora, Marte es nuestra mejor cápsula del tiempo planetaria. InSight, con su sismómetro ultrasensible, ya nos había permitido estimar el grosor de su corteza, la temperatura del manto y el tamaño de su núcleo. Pero esta última revelación añade una capa de complejidad fascinante: su manto no es uniforme, sino un mosaico de escombros espaciales.

El manto de Marte actúa como una cápsula del tiempo, conservando restos de antiguos impactos que otros planetas sin tectónica, como Venus o Mercurio, también podrían ocultar. A diferencia de la Tierra, Marte guarda intacto un interior fracturado, como un vidrio roto, testigo del caos que dio origen a los mundos rocosos.

En palabras del propio Charalambous, la comparación es como ver un vidrio roto: grandes pedazos junto a una lluvia de fragmentos pequeños. Una imagen poética y brutal del caos cósmico que dio forma a los mundos.

¿Qué nos espera bajo la superficie?

Este descubrimiento abre nuevas preguntas: ¿hay más grumos enterrados que aún no hemos detectado? ¿Podrían contener materiales únicos del sistema solar primitivo? ¿Y qué pasaría si una futura misión lograra perforar hasta uno de ellos?

InSight se apagó, pero sus datos aún susurran: Marte guarda secretos enterrados que solo se oyen si sabes escuchar sus entrañas.

La misión InSight terminó, pero su legado recién comienza a revelarse. Sus datos seguirán hablándonos durante años, mostrándonos que incluso los planetas aparentemente muertos tienen historias intensas que contar. Historias que solo se escuchan si sabes oír cómo suenan sus entrañas.

Referencias de la noticia

Science. Evidencia sísmica de un manto marciano altamente heterogéneo.

NASA. Datos de la NASA sobre el terremoto en Marte revelan la naturaleza irregular del interior del planeta rojo.