En la cima de un volcán extinto, México tiene el "ojo" más grande del mundo para espiar el nacimiento de las estrellas

El Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, en la cima del Sierra Negra a 4600 metros, es el instrumento científico más complejo en México, con el que exploramos estrellas, galaxias y agujeros negros.

Gran Telescopio Milimétrico, Alfonso Serrano.

En México, sobre la cumbre del Volcán Sierra Negra, se alza el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM): un proyecto, binacional entre México y Estados Unidos; siendo el instrumento científico más grande y complejo construido en el país.

Su ubicación no es casual, se encuentra a una impresionante altitud de 4,600 metros sobre el nivel del mar. Este sitio elevado es crucial para captar las débiles señales del cosmos en longitudes de onda milimétricas, como si estuviéramos más cerca del techo del mundo.

El GTM es reconocido mundialmente por ser el telescopio de plato único y movible más grande diseñado para este tipo de observaciones, captando ondas entre 0.85 y 4 milímetros, las cuales atraviesan el polvo cósmico que bloquea la luz visible.

El objetivo principal de este "ojo" gigante es explorar los procesos físicos que dan forma a todo lo que vemos, lo que incluye la formación y evolución de sistemas planetarios, estrellas, galaxias y, por supuesto, los misteriosos agujeros negros.

Vista del Gran Telescopio Milmétrico sobre el volcán Sierra Negra.

Al invertir en infraestructura tecnológica como el GTM, los beneficios se extienden más allá de la ciencia pura y, aunque a menudo estos logros son invisibles, esta inversión es fundamental para impulsar tanto el conocimiento como el desarrollo nacional.

Observando el origen cósmico

El GTM nos permite viajar en el tiempo, investigando los 13.7 mil millones de años de historia del Universo. Al estudiar la luz milimétrica, observamos galaxias tan lejanas que su luz tardó miles de millones de años en llegar a nosotros.

Gracias a estas observaciones, la ciencia mexicana ha logrado avances significativos. Por ejemplo, se ha descubierto la presencia de agua en una de las galaxias más distantes conocidas del universo, lo cual es un hallazgo clave.

También se ha logrado demostrar que, incluso en las primeras etapas de la formación cósmica, ya existían galaxias. Estas estructuras estelares producían activamente estrellas de manera similar a cómo lo hace nuestra Vía Láctea hoy en día.

El estudio de estas galaxias primitivas, así como la formación de estrellas y planetas, es vital. Es como leer los primeros capítulos de un libro inmenso para comprender no sólo de dónde venimos, sino cómo se desarrolló toda la trama universal.

Un ojo en el horizonte de eventos

Uno de los logros más famosos del GTM fue su participación fundamental en la Colaboración del Event Horizon Telescope (EHT). Dicha colaboración obtuvo la primera imagen directa de un agujero negro, dejando a la comunidad científica y al mundo maravillados.

El GTM ha continuado su rol crucial con el EHT, participando exitosamente en observaciones de prueba recientes, lo que confirmó que tanto el telescopio como su sofisticada instrumentación están preparados para las campañas futuras.

Telescopios que conforman el EHT. Crédito: ESO.

En las pruebas de enero de 2025, el GTM sincronizó sus observaciones con estaciones en Groenlandia y los Alpes franceses. La detección confirmada de "franjas" en los datos, garantiza que los observatorios están listos para las futuras campañas a gran escala.

Aunque el GTM no pudo participar en ciertas observaciones iniciales que lograron la resolución más alta registrada, se están desarrollando nuevos receptores e ingenierías; lo que asegurará que México pueda participar plenamente en las futuras mediciones de ultra alta resolución con el EHT.

Impacto y legado social

La inversión en ciencia y tecnología de esta magnitud beneficia directamente a las comunidades cercanas al telescopio. Por ejemplo, se han generado empleos para habitantes locales, ofreciendo nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional.

Un ejemplo inspirador es el de un mecánico local que llegó a ser técnico, y ahora funge como el gerente del sitio y manejo mecánico de la antena; demostrándonos cómo la ciencia puede transformar vidas a nivel individual y comunitario.

Además, el proyecto ha contribuido al empoderamiento de las mujeres. Anualmente, se ofrece capacitación a cerca de 40 mujeres jóvenes de la zona, mostrándoles caminos hacia oportunidades de estudio y trabajo en el futuro; no sólo en la astronomía sino en la ciencia en general.

La construcción del GTM también mejoró notablemente la infraestructura local. La conectividad se elevó gracias al establecimiento de internet, y se mejoraron servicios esenciales como los caminos y la electricidad; impulsando el bienestar social.