Unos médicos australianos en Nature: "el calentamiento global puede aumentar la carga de la apnea obstructiva del sueño"

La magnitud y la naturaleza de los efectos del calor sobre la salud dependen del momento, la intensidad y la duración de los episodios, revelan unos médicos australianos en Nature.

Las altas temperaturas ambientales tienen efectos negativos fuertes y bien establecidos sobre la salud.
Las altas temperaturas tienen efectos negativos fuertes y bien establecidos sobre la salud.

Las altas temperaturas hacen más difícil el inicio y mantenimiento del sueño profundo, favoreciendo un entorno fisiológico que incrementa la inestabilidad respiratoria y, con ello, los episodios de apnea obstructiva del sueño (AOS) nocturna. Ante esta realidad, unos médicos australianos realizaron un estudio que fue publicado en la revista Nature.

Ante la realidad de que las altas temperaturas ambientales se asocian con una reducción de la duración y la calidad del sueño y para conocer sus efectos sobre la gravedad de la apnea obstructiva del sueño. Se realizó la investigación en donde se cuantificó el efecto de la temperatura ambiente durante 24 horas en más de 116.000 usuarios durante 3,5 años.

En 2023, los registros de temperatura media en el hemisferio norte fueron los más altos registrados en más de 2000 años con temperaturas 2.07 grados centígrados más cálidas que el período preindustrial ( 1850-1900). Se estima que la temperatura media global aumentará entre 2,1 y 3,4 centígrados por encima de los niveles preindustriales para finales de siglo.

Los efectos en la salud

Debido al cambio climático, están aumentando la frecuencia, la duración, la intensidad y la magnitud de las olas de calor y del calor excesivo y prolongado. De hecho, incluso cuando su intensidad es moderada, estos eventos pueden afectar a la salud y el bienestar de las personas vulnerables a ellos.

Las olas de calor continuarán aumentando en el siglo XXI debido al cambio climático.
Las olas de calor continuarán aumentando en el siglo XXI debido al cambio climático.

La frecuencia y la intensidad del calor extremo y las olas de calor continuarán aumentando en el siglo XXI debido al cambio climático. Durante los periodos prolongados de altas temperaturas diurnas y nocturnas, el organismo se sobrecarga y se tiene más riesgo de sufrir enfermedades e incluso de morir a causa de la exposición al calor, según las propias advertencias de la Organización Mundial de la Salud.

Las olas de calor pueden afectar de forma aguda a grandes grupos de población durante periodos breves, dan lugar a menudo a emergencias de salud pública y causan un exceso de mortalidad y efectos socioeconómicos en cascada (por ejemplo, la pérdida de la capacidad y la productividad laborales).

Además, pueden producirse disminuciones de la capacidad de prestar servicios de atención de salud cuando se acompañan de interrupciones del suministro de electricidad que pueden afectar a los establecimientos de salud, los medios de transporte y las infraestructuras de abastecimiento de agua.

Del mismo modo, falta concienciación entre los trabajadores de la salud y la población en general sobre los riesgos para la salud que entraña el calor.

Las altas temperaturas ambientales también se asocian con reducciones considerables en la duración y calidad del sueño incluyendo casi la duplicación de la prevalencia del sueño corto. La sobrecarga a la que se ve sometido el organismo al intentar enfriarse también afecta al corazón y los riñones.

En la investigación de Nature, se explica que las altas temperaturas ambientales tienen efectos negativos fuertes y bien establecidos sobre la salud incluidos los resultados de salud mental, la reducción de la actividad física y en última instancia, la mortalidad.

El calentamiento global afecta el sueño

Recientemente se estimó que la pérdida de sueño debido al calentamiento global en 2023 supondría una pérdida de 3.9 millones de años de vida por discapacidad o muerte. La apnea obstructiva del sueño (AOS) es el trastorno respiratorio relacionado con el sueño más común, con una prevalencia mundial estimada de casi mil millones de adultos.

En la planificación urbana no se tiene en cuenta la necesidad de reducir la generación y la acumulación de calor, y en muchas ciudades no hay suficientes espacios verdes y partes de los edificios se construyen con materiales inadecuados (por ejemplo, los techos metálicos) que aumentan la exposición de las personas al calor excesivo.

Referencia del artículo:

Lechat, B., Manners, J., Pinilla, L., Reynolds, AC, Scott, H., Vena, D., Bailly, S., Fitton, J., Toson, B., Kaambwa, B., Adams, RJ, Pepin, J.-L., Escourrou, P., Catcheside, P. y Eckert, DJ (2025). El calentamiento global puede aumentar la carga de la apnea obstructiva del sueño.