¿Extrañás más la playa o el campo? Según un nuevo estudio de Cambridge el color azul nos genera nostalgia

La nostalgia podría tener el color azul, según un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge, que explica cómo la costa y el mar despiertan recuerdos y emociones.

¿Extrañás más la playa o el campo? Según un nuevo estudio de Cambridge el color azul nos genera nostalgia
¿Extrañás más la playa o el campo? Según un nuevo estudio de Cambridge el color azul nos genera nostalgia

Una reciente investigación científica, dirigida por la Universidad de Cambridge, obtuvo como resultado que las costas pueden tener las propiedades visuales óptimas para hacernos sentir emociones positivas; y sostiene que la "nostalgia del lugar" ofrece importantes beneficios psicológicos.

Los investigadores del estudio publicaron mapas que muestran las regiones más nostálgicas del Reino Unido y Estados Unidos, identificadas por los participantes de cada país. Los mapas se crearon con fines ilustrativos y muestran la ubicación de los lugares nostálgicos de participantes del Reino Unido y Estados Unidos.

Los resultados fueron una sorpresa, ya que los investigadores esperaban, en realidad, que la gente sintiera más nostalgia por los espacios verdes, dado que numerosos estudios enfatizan los beneficios psicológicos de los entornos verdes y naturales. Les sorprendió descubrir que "los espacios azules son el sello distintivo de la nostalgia por los lugares”, afirma la Dra. Elisabeta Militaru, quien dirigió la investigación durante su doctorado en el Departamento de Psicología de Cambridge.

Investigando la nostalgia

Alrededor de 800 residentes de EE.UU. y 200 del Reino Unido participaron en el estudio. Se pidió a los participantes, de entre 18 y 94 años, divididos equitativamente entre hombres y mujeres, que identificaran y describieran los lugares que les recordaban con nostalgia.

nostalgia mar azul costa
El estudio muestra evidencias de que los lugares azules están asociados con un mayor bienestar psicológico.

El equipo de investigadores en psicología de las Universidades de Cambridge, Essex, Southampton y la Universidad de Corea aisló las características definitorias de los lugares nostálgicos contrastándolos con los lugares ordinarios o comunes.

Es el primer estudio que combina el análisis del lenguaje natural y los datos de geolocalización para identificar qué hace que los lugares tengan más probabilidades de reaparecer en nuestra memoria en el futuro.

La idea de que los lugares sirven como ancla emocional no es nueva. Hace casi 3000 años, Homero escribió sobre el anhelo de Ulises de regresar a su tierra natal, Ítaca. Queríamos comprender qué hace que ciertos lugares sean más propensos a evocar nostalgia que otros. ¿Cuáles son las características físicas y psicológicas que le dan a un lugar su atractivo nostálgico?, dice Militaru.

¿Azul vs. verde?

Los lugares costeros y junto al mar representan más de una cuarta parte de los lugares nostálgicos identificados por los residentes del Reino Unido (26 %) y una quinta parte (20 %) de los residentes de los EE. UU. según el estudio dirigido por la Universidad de Cambridge.

Los ríos y lagos elevan la cifra a aproximadamente un tercio (35 % en el Reino Unido y 30 % en EE.UU.). Más de una quinta parte de los lugares nostálgicos son urbanos (20 % en el Reino Unido y 22 % en EE.UU.), mientras que las zonas agrícolas solo representan alrededor del 10 % (Reino Unido y EE. UU.). Las montañas y los bosques también representan solo el 10 % cada uno.

“Nuestros hallazgos se suman a la creciente evidencia de que los lugares azules están asociados con un mayor bienestar psicológico”, afirma Militaru.

Los participantes del Reino Unido sintieron especial nostalgia por lugares en Cornualles y Devon, que cuentan con algunas de las costas más populares del país. North Yorkshire también obtuvo buenos resultados, quizás porque, según explican los investigadores, combina el azul y el verde, con una extensa costa y Yorkshire Dales (parque nacional, un área de tierras altas, en el norte de Inglaterra).

Por otro lado, los participantes estadounidenses sintieron especial nostalgia por lugares de California y Florida, estados que albergan algunos de los destinos costeros más codiciados del país. Nueva York también destacó por sus numerosos parques nacionales y monumentos urbanos, como la ciudad de Nueva York.

Militaru sugiere que los lugares junto a la costa, ríos o lagos evocan nostalgia debido a sus propiedades visuales particulares. Los participantes solían describir los lugares nostálgicos con palabras como “hermoso” o “estético”.

Estudios previos con investigadores han demostrado que el brillo, la saturación del color y el contraste contribuyen a las sensaciones que evocan los lugares. Los lugares azules suelen ser brillantes, saturados y con un alto contraste, lo que puede contribuir a sus efectos restauradores. Militaru también señala el poder potencial de la "propiedad fractal" de un paisaje, que se refiere a la frecuencia con la que se repiten los elementos de una escena.

Investigaciones anteriores sugieren que los paisajes con una estructura fractal moderada, como las costas, tienden a generar emociones positivas. “A la gente no le gustan los contornos extremadamente caóticos del tipo que se pueden ver en medio del bosque, donde no se tiene una sensación de apertura”, explican.

Los paisajes con una estructura fractal moderada (o sea, los que presentan una frecuencia en la repetición de elementos en la escena), como ocurre justamente con las costas, tienden a generar emociones positivas.

A la gente tampoco le gusta la poca complejidad. En un horizonte urbano, por ejemplo, hay muy pocas interrupciones en el patrón de la escena. El mar, los ríos y los lagos pueden brindarnos la complejidad visual óptima, pero se necesita más investigación para comprender esto completamente.

Nostalgia urbana

No es despreciable que más de una quinta parte de los lugares nostálgicos identificados por los participantes de esta investigación en EE.UU. y el Reino Unido se encontraban en pueblos y ciudades. Los investigadores creen que esto se debe, en parte, a que la mayoría de la gente en ambos países vive en zonas urbanas, lo que aumenta la probabilidad de que tengan recuerdos personales de lugares urbanos.

Sentimos especial nostalgia por experiencias memorables y únicas, y por los lugares únicos que hemos visitado. “Las vacaciones, incluyendo los viajes a ciudades, pueden dejar una profunda huella emocional”.

“Es importante destacar que los lugares urbanos a menudo se clasifican como “ordinarios” más que como lugares que provocan nostalgia”, aclara Militaru. Pero los investigadores también señalan el impacto emocional de las visitas a ciudades desconocidas.

Beneficios de la nostalgia

“En el siglo XVII, la nostalgia tenía mala fama; se consideraba una enfermedad mental”, afirma Militaru, quien ahora trabaja en el Departamento de Psicología Social de la Universidad de Ámsterdam. “La investigación científica cambió esto. Ahora sabemos que la nostalgia es un recurso psicológico; surge cuando nos enfrentamos a un malestar psicológico, como la soledad o la exclusión social.

Investigaciones recientes demuestran que la nostalgia también puede tener un papel positivo en el cuidado de las personas con demencia”.

El estudio revela que recordar un lugar nostálgico aporta importantes beneficios psicológicos. Al pensar en lugares nostálgicos, las personas se sienten más conectadas con los demás, sus vidas cobran más sentido, su autoestima aumenta y su sentido de autenticidad también.

La nostalgia nos permite enfocar sitios, como con "una lupa". Los lugares significativos suelen estar físicamente lejos de nosotros, pero la nostalgia los vuelve a enfocar y, al hacerlo, conecta nuestro pasado con nuestro presente y futuro, explica Militaru.

Conectemos con la nostalgia

La nostalgia puede servir de guía para las iniciativas de conservación y el diseño urbano. “Nuestra investigación sugiere que se debe priorizar el acceso a costas, ríos, parques y paisajes naturales, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas”, dice Militaru.

Además, puede utilizarse para identificar zonas importantes para las comunidades locales, ya que muchos lugares nostálgicos son relativamente pequeños. “Es necesario que las comunidades participen en las decisiones de planificación urbana que se implementan en sus barrios. Solo así podremos identificar los lugares emblemáticos locales que deben preservarse», afirma Militaru.