Preocupante: ¿Por qué cada vez más huracanes se hacen muy poderosos en menos tiempo?

El aumento de huracanes que se intensifican con una rapidez sin precedentes preocupa a la comunidad científica. En cuestión de horas, tormentas que parecían moderadas alcanzan categorías devastadoras. Las huellas de calentamiento global detrás de este comportamiento.

Intensificación rápida
La rápida intensificación de los huracanes tiene una relación directa con la temperatura oceánica que va en aumento.

La llamada “intensificación rápida” ocurre cuando un ciclón tropical incrementa sus vientos sostenidos en más de 55 kilómetros por hora en apenas 24 horas. Lo que antes era un fenómeno raro, hoy se repite con frecuencia alarmante en los océanos más cálidos del planeta. El calor oceánico es el combustible esencial: cuanta más energía térmica disponible, mayor es la capacidad del sistema para transformarse en una bestia atmosférica.

Los huracanes capaces de duplicar su potencia en 24 horas ya no son una rareza: son el reflejo de un océano más caliente y un clima fuera de equilibrio.

Un estudio publicado en Nature Communications revela que el número de huracanes con intensificación rápida ha aumentado de forma significativa en las últimas cuatro décadas, especialmente en regiones cercanas a las costas. Este hallazgo coincide con investigaciones de la NASA y la NOAA que confirman que los mares del Atlántico Norte y el Pacífico tropical han alcanzado temperaturas récord.

Los expertos advierten que este fenómeno complica la planificación y las alertas tempranas. En lugares como el Caribe o el Golfo de México, donde la población depende de unas horas críticas para evacuar, una tormenta que se multiplica en potencia puede convertir una amenaza moderada en una catástrofe humanitaria, tal como indica National Geographic.

Cómo un huracán se convierte en una máquina perfecta

Los meteorólogos definen la intensificación rápida como un proceso en el que la estructura interna del huracán se organiza de manera extremadamente eficiente. En el centro, el aire cálido y húmedo asciende, libera calor latente y refuerza la convección, mientras los vientos en altura permanecen débiles y permiten la formación de un ojo definido.

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El mar juega un papel determinante. A medida que el cambio climático calienta las aguas superficiales, la diferencia de temperatura entre el océano y la atmósfera superior se amplía, potenciando la transferencia de energía. Es un círculo vicioso: el océano más caliente alimenta huracanes más fuertes, y estos, a su vez, agitan aún más las aguas superficiales, liberando energía adicional.

Los satélites meteorológicos han documentado casos impactantes: tormentas que pasan de categoría 1 a categoría 5 en menos de un día. Este salto repentino, como ocurrió con el huracán Otis en 2023 y ahora con Melissa, muestra que la física atmosférica ya no sigue los patrones tradicionales que sustentaban los modelos de predicción. Es por ello que investigadores de la NOAA Research acelerarán las mejoras en los pronósticos de huracanes.

Un desafío urgente para la predicción y la resiliencia costera

Los modelos climáticos actuales coinciden en que la proporción de huracanes intensos seguirá aumentando, aunque el número total de ciclones no cambie demasiado. Esto significa que habrá menos tormentas, pero más destructivas, con mayor potencial de impacto sobre zonas habitadas.

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Las autoridades meteorológicas trabajan para integrar inteligencia artificial y observación satelital avanzada en los sistemas de alerta. El objetivo es detectar señales tempranas de intensificación rápida antes de que sea demasiado tarde. Sin embargo, el margen de tiempo sigue siendo muy estrecho, y la respuesta depende tanto de la tecnología como de la preparación social y urbana.

Además del aumento de intensidad, el ascenso del nivel del mar amplifica los daños de las marejadas ciclónicas. Ciudades costeras de América y Asia están invirtiendo en diques, reforestación costera y programas de adaptación climática, pero los científicos advierten que la prevención debe ir más allá: sólo reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero se podrá moderar el calentamiento oceánico que impulsa esta nueva era de huracanes extremos.

Referencia de la noticia

Li, Y., Tang, Y., Wang, S. et al. Recent increases in tropical cyclone rapid intensification events in global offshore regions. Nat Commun 14, 5167 (2023). https://doi.org/10.1038/s41467-023-40605-2