Tu jardín no necesita pasto: conoce los cubresuelos y las nuevas maneras de tener un jardín verde
Además del pasto, existen algunas opciones más amigables con el medio ambiente y de poco cuidado que ayudarán a mantener tu jardín lleno de vida y energía verde

Durante muchos años el pasto siempre ha sido el protagonista de cualquier jardín. Sin embargo, el mantenerlo verde y podado resulta en una tarea cansada, tediosa y hasta costosa. Es un lujo que requiere de abundante agua y cuidados muy especiales para disfrutar de su color y su textura acolchonada,
La buena noticia es que hoy diversos jardines ya no están “casados” con el típico pasto que aunque se ve bonito, resulta en una pesadilla para mantener. Afortunadamente, hay alternativas que se ven igual de lindas y que son más fáciles de cuidar, gastan menos agua y encima de todo son de gran ayuda para mantener la biodiversidad en el ecosistema.
Y se trata de los famosos cubresuelos, esas plantas que en lugar de crecer hacia arriba, se expanden en horizontal, de manera rastrera, y van cubriendo el suelo como si se tratara de una alfombra natural. Pero no cualquier alfombra, sino una que florece, que huele rico, atrae polinizadores, y que prácticamente se mantiene sola.
Lo mejor es que ya no tienes que andar regando diario ni preocupándote porque tu jardín parezca un campo de golf. Muchas de estas plantas aguantan bien la sequía, conservan la humedad del suelo y evitan que la tierra se degrade.Y eso no es todo. Algunas de estas plantas cambian de color según la estación.

Creeping Thyme
El Creeping Thyme es una planta aromática que forma una “alfombra” de follaje verde y pequeñas flores de color rosa o morado. Ideal para lugares en donde el sol se mantiene presente todo el día, esta especie requiere poco mantenimiento y tolera que caminen sobre ella, lo que la convierte en una gran opción para espacios donde hay que caminar.
El Creeping Thyme atrae insectos polinizadores como abejas, crisopas y mariposas, ayudando a que exista mayor fauna en tu jardín. Tiene un aroma embriagante y una capacidad para dejar de lado a las malezas, lo que ha provocado que agrónomos, jardineros y paisajistas la utilicen con frecuencia.
Musgo
Si tienes un espacio con sombra y mucha humedad en donde el pasto no da una, el musgo puede ser la respuesta a tu dolor de cabeza, antes de pensar en llenar tu patio con cemento. El musgo forma una alfombra natural, suave y esponjosa que no necesita corte, ni abono, ni tantas vueltas ya que se establece con poquita agua.
Trébol blanco
Este es un clásico que no falla. El trébol blanco es de esas plantas que logran hacerte la vida más fácil y además de todo le hacen bien al suelo. La razón es que ayudan a fijar el nitrógeno atmosférico al suelo, lo que significa que ayuda a nutrir la tierra de forma natural sin que tengas que andar echando fertilizantes.
Visualmente también tiene lo suyo, una alfombra verde con una gran cantidad de flores de color blanco las cuales se ven súper bien y atraen insectos benéficos que pueden ayudar a tus otras plantas. Se adapta a lugares con mucho sol y no se queja si olvidas regarlo de vez en cuando, y además tambien aguanta que lo pises.

Sedum
Esta especie es para los que tienen jardín en zonas muy soleadas o secas. El sedum es una especie suculenta que almacena agua en sus hojas gorditas así que le da igual si te olvidas de regarla unos días (o semanas). Hay muchas variedades y algunas tienen flores muy coloridas que también atraen polinizadores.
Se ha vuelto muy popular por que se adapta a cualquier tipo de suelo, aun si este es pobre, rocoso o hasta seco. No pide mucho y visualmente tiene una textura que se ve moderna y muy fresca. La mejor opción si quieres un jardín bonito sin tener que estar esclavizado con la manguera.
Soleirolia soleirolii
Esta planta tiene un follaje fino, denso y de un verde intenso, y da la sensación de el suelo se hubiera cubierto por si solo. Si estabas buscando opciones para espacios con sombra, esta es la opción ideal, se ve increíble entre piedras, en macetas colgantes o como detalle decorativo en lugares menos transitados.
Eso sí, no le gusta que la pisen y sí necesita un riego constante pero te lo agradece con una textura y color que hacen que todo el espacio se vea con más vida. Es como ese detalle delicado que le da esencia y alma a tu jardín.
Reemplazar el pasto tradicional por cubresuelos es una decisión inteligente para quienes quieran reducir el mantenimiento en su jardín. Solamente considera las condiciones específicas de tu región, como la luz solar, el tipo de suelo o el nivel de tráfico peatonal.