Elon Musk ya tiene su propia ciudad reconocida legalmente en el estado de Texas: cómo es Starbase
El magnate lo hizo de nuevo. El fin de semana consiguió que Starbase sea reconocida como una ciudad del estado de Texas, con sus propias autoridades y normativas.

Mientras algunos hombres sueñan con tener una calle con su nombre, Elon Musk acaba de fundar su propia ciudad. Se llama Starbase, y, desde el fin de semana pasado, es una ciudad oficialmente reconocida por el estado de Texas. El magnate celebró la noticia en su red social X: “¡Starbase, Texas es ahora una ciudad real!”
Now, it is official! https://t.co/98XWq6Bt4f
— gorklon rust (@elonmusk) May 5, 2025
No es una ciudad común. Es, en esencia, un enclave urbano desarrollado alrededor de las operaciones de SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk.
Hasta ahora, la comunidad de Boca Chica, donde se emplazaban las instalaciones de SpaceX, estaba bajo la autoridad del condado de Cameron, que gestionaba permisos, caminos y servicios.
Con la votación del sábado, Boca Chica se convirtió en la ciudad de Starbase, lo que le da autonomía para tomar decisiones locales propias. Aunque sigue dentro del condado, ahora tiene su propio gobierno municipal, controlado en gran parte por SpaceX.

La medida fue aprobada por amplia mayoría: 212 votos a favor y apenas 6 en contra. De los 283 votantes habilitados, más de tres quintos eran empleados de la compañía. Solo unas pocas viviendas —menos de una docena— no están asociadas directa o indirectamente con la empresa.
¿Y quién será el alcalde de este nuevo municipio? En la elección resultó ganador Bobby Peden, que, lógicamente, es vicepresidente de SpaceX. Asumirá como el primer alcalde de Starbase, en una votación donde todos los cargos —incluidos los comisionados municipales— fueron ocupados por empleados de la empresa. Así, el gobierno local arranca como una extensión más del ecosistema Musk.
SpaceX Starbase is mind blowing
— Dima Zeniuk (@DimaZeniuk) May 5, 2025
@Erdayastronaut pic.twitter.com/GjJ1MLHTz6
La nueva ciudad tiene unos 2,8 kilómetros cuadrados e incluye una planta de ensamblaje, un banco de pruebas, una torre de lanzamiento de más de 146 metros y las instalaciones donde se construyen los prototipos de Starship, el cohete con el que Musk planea conquistar Marte.
En la entrada de Starbase, una estatua de Elon Musk da la bienvenida como si fuera el fundador de una colonia futurista. El monumento, acompañado por un mural con la frase Ad Astra ("hacia las estrellas"), refuerza la atmósfera casi mitológica que rodea al empresario en su ciudad hecha a medida.
Además de casas y comercios, en la ciudad funciona Ad Astra, una escuela experimental fundada por Musk y dirigida inicialmente a los hijos de sus empleados. Esto refuerza la idea de que Starbase es tanto un laboratorio de tecnología como un experimento social.

Desde 2012, SpaceX ha ido adquiriendo parcelas y ampliando su presencia en la zona con la vista puesta en convertirla en uno de los primeros puertos espaciales comerciales del mundo.
Ahora, con autonomía municipal, SpaceX podrá gestionar infraestructura, servicios públicos y regulaciones locales. “Convertirse en una ciudad nos ayudará a seguir construyendo la mejor comunidad posible para los hombres y mujeres que construyen el futuro del lugar de la humanidad en el espacio”, anunció la nueva cuenta oficial de Starbase en X.
“Menos burocracia, más lanzamientos”
Uno de los principales beneficios de esta municipalización es el control sobre las restricciones logísticas. Hasta ahora, cada lanzamiento desde Boca Chica requería la aprobación del condado de Cameron para cerrar la carretera principal y restringir el acceso a la playa pública y al parque estatal. Estas medidas generaron numerosas protestas por parte de activistas ambientales y residentes locales.
Con el nuevo estatus legal, SpaceX podrá establecer sus propios protocolos, sin depender tanto de la aprobación externa. Para algunos, esto representa eficiencia. Para otros, una señal de alarma.

El proyecto cuenta con fuerte respaldo estatal: Texas destinó 15,3 millones de dólares para facilitar la instalación de SpaceX en la región. Desde su llegada, la empresa ha generado más de 3000 empleos y dinamizado la economía local.
Pero no todo es optimismo: en 2024, la Agencia de Protección Ambiental multó a SpaceX por descargar aguas residuales en humedales sin autorización, y residentes acusan a la empresa de presionar para comprar sus propiedades y cerrar espacios públicos.

La creación de Starbase plantea preguntas profundas: ¿hasta qué punto una empresa puede controlar una ciudad? ¿Es esto un modelo de eficiencia o una forma de privatización extrema? ¿Y qué significa para el resto del mundo que una empresa que quiere colonizar Marte ahora controle su propio territorio terrestre?
Lo cierto es que, ahora, Starbase es real. Tiene nombre, alcalde, vecinos —casi todos con credencial de SpaceX— y un mural en su entrada que reza Ad Astra, “hacia las estrellas”. Justo donde Elon Musk quiere ir.