La disminución de la absorción de CO2 por los bosques constituye un nuevo desafío para el clima global

Investigadores alertan sobre la menor capacidad de los bosques y tierras para absorber CO2, y hay temor en el mundo científico por las consecuencias ambientales que esto podría ocasionar.

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La conservación y restauración de los bosques se vuelve más urgente que nunca para enfrentar el acelerado cambio climático.

Un reciente descubrimiento científico reveló que los bosques y tierras del planeta, vitales en la lucha contra el cambio climático, están absorbiendo menos dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera que en años anteriores. Este hallazgo, divulgado esta semana, destaca una tendencia preocupante en un contexto donde las concentraciones de CO2 en la atmósfera siguen alcanzando niveles récord.

Curiosamente, este fenómeno fue advertido por los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos durante la administración de Donald Trump, pero por razones políticas, se le restó importancia y no se le dio la difusión adecuada en ese momento.

Desde la Revolución Industrial, los niveles de CO2 en la atmósfera aumentaron drásticamente, pasando de 280 partes por millón (ppm) a más de 422 ppm en 2024, un incremento que tiene un impacto directo en el clima global. Los bosques, considerados sumideros de carbono, juegan un papel clave en la reducción de estos niveles al absorber CO2 durante la fotosíntesis ya que su capacidad para retener carbono ayuda a mitigar los efectos del calentamiento global.

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Los bosques, esenciales para la captura de CO2, están perdiendo capacidad para absorber el gas, lo que agrava los efectos del cambio climático.

Sin embargo, este proceso natural de absorción parece estar disminuyendo: los estudios recientes sugieren que los bosques de todo el mundo están capturando menos CO2, lo que agrava aún más la crisis climática. Los impactos de la deforestación y el cambio climático —que incluye aumentos de temperatura y cambios en los patrones de precipitación— son factores clave que han afectado la capacidad de los bosques para funcionar como reguladores del clima.

Causas del cambio en la dinámica de los bosques

Existen varias razones detrás de la disminución en la absorción de CO2 por los bosques. El calentamiento global altera los ecosistemas forestales, reduciendo la salud de los árboles y afectando su capacidad de capturar carbono.

Zonas afectadas por sequías prolongadas o temperaturas extremas tienen menos capacidad para almacenar carbono y, en algunos casos, pueden liberar CO2 debido a la descomposición acelerada de la materia orgánica.

Además, la deforestación continúa siendo un problema grave puesto que la conversión de bosques en tierras agrícolas y la tala ilegal son responsables de la pérdida de sumideros de carbono cruciales. Cuando los árboles son talados, no solo se elimina su capacidad para capturar CO2, sino que el carbono almacenado en su biomasa es liberado nuevamente a la atmósfera.

Ciencia vs. ideologia

El hallazgo de la disminución en la absorción de CO2 por los bosques no es algo reciente. En 2024, la NOAA publicó datos que mostraban un aumento récord de CO2 en la atmósfera, con un salto de 3,75 ppm, un 25 % más que el récord anterior de 2,96 ppm de 2015.

Sin embargo, la administración de Trump minimizó la importancia de estos hallazgos. La NOAA, que históricamente publicaba estos datos acompañados de un análisis detallado, optó por difundir la información en plataformas como X y Facebook, sin el contexto adecuado para resaltar la magnitud del aumento de CO2.

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El CO2 en la atmósfera alcanzó niveles récord en 2024, acelerando el calentamiento global y desafiando los esfuerzos por mitigar el cambio climático.

En lugar de publicar un artículo web de alcance masivo, como se había realizado para dar difusión en años anteriores, la administración de Trump dejó de realizar conferencias de prensa y recortó presupuestos y personal relacionado con la investigación del cambio climático. Este enfoque contribuyó a que los datos sobre el aumento de CO2 y la disminución en la absorción por parte de los ecosistemas pasaran desapercibidos, lo que retrasó la acción necesaria para abordar estos desafíos.

Ahora, el aumento continuo de CO2 en la atmósfera y la disminución de la capacidad de los ecosistemas para capturarlo presentan un doble desafío para el clima global. Con más CO2 en la atmósfera, el calentamiento global se acelera, lo que genera un ciclo vicioso que agrava los efectos del cambio climático porque este fenómeno amplifica las temperaturas extremas, provoca tormentas más intensas y un aumento del nivel del mar, afectando a millones de personas y ecosistemas en todo el mundo.

La importancia conservar y restaurar los bosques

Esta necesidad planteada nunca fue más urgente y los expertos sugieren que es fundamental intensificar las políticas de reforestación y conservación, especialmente en las zonas más afectadas por la deforestación y el cambio climático. Además, se deben adoptar medidas para reducir las emisiones de CO2, como la transición a fuentes de energía renovables y la mejora de las prácticas agrícolas sostenibles.

Los bosques deben ocupar un lugar central en las políticas climáticas globales, no solo son esenciales para capturar carbono, sino también para regular el ciclo del agua, preservar la biodiversidad y proteger los hábitats naturales. Si no tomamos medidas rápidas y decisivas, los impactos del cambio climático podrían volverse irreversibles y eso tendría consecuencias devastadoras para las generaciones futuras.