¿Cómo es que limpiar y ordenar es bueno para nuestra salud?

Actividad física, relajación, eliminación de la contaminación visual. ¡Los beneficios de la limpieza son innumerables!

Tareas del hogar Ordenar Salud física y mental
Limpiar, barrer, pulir... ¡se dice que es muy bueno para la salud!

Limpiar y ordenar promueve una buena salud física y mental. Y está científicamente comprobado. Quizás por eso el contenido minimalista y sobre hogar es tan popular en redes sociales. Descubre los beneficios de limpiar y ordenar en nuestras vidas.

Mantener un ambiente limpio en casa reduce la presencia de polvo, moho, ácaros y otros alérgenos, lo que ayuda a prevenir o aliviar problemas respiratorios como el asma o las alergias. Las actividades de limpieza (barrer, aspirar, limpiar superficies) constituyen una forma de actividad física de ligera a moderada.

Los estudios demuestran que realizar las tareas domésticas con regularidad mejora la salud física e incluso aumenta la esperanza de vida en las personas mayores. Mentalmente, ordenar tiene un efecto calmante y estructurante. Un espacio desordenado exige constantemente nuestra atención y genera "ruido cognitivo": el desorden visual interrumpe nuestra concentración.

Investigaciones con imágenes funcionales muestran que los entornos ordenados permiten una mejor capacidad de procesamiento de la información, reducen la irritabilidad y aumentan la eficiencia mental. Ordenar o limpiar conscientemente puede promover la liberación de endorfinas y brindar una sensación de dominio; esta sensación de logro calma el estrés y mejora el estado de ánimo.

De hecho, ¿quién no se ha sentido tranquilo después de una buena e intensiva sesión de limpieza? La relación entre la limpieza y el bienestar mental ha sido confirmada por investigaciones psicológicas: el desorden se correlaciona con mayores niveles de ansiedad, mayor fatiga e incluso angustia psicológica. Por el contrario, ordenar puede reducir el estrés mental, aclarar las prioridades y hacer que el espacio sea más propicio para la relajación.

Finalmente, según algunos estudios, cada hora de limpieza semanal se correlaciona con un aumento de aproximadamente el 53% en la sensación de felicidad o satisfacción personal. Más allá del individuo, la limpieza y el orden también pueden contribuir al planeta y al medio ambiente. Una casa bien mantenida suele consumir menos energía (mejor aislamiento visible, ausencia de goteras o humedad).

Clasificar tus residuos y eliminar los innecesarios, reciclándolos o donándolos, evita los vertederos o la incineración excesiva. Desde una perspectiva de salud global, la OMS nos recuerda que la salud depende de un medio ambiente sano. Al limpiar de forma más ecológica (eligiendo productos menos tóxicos, reduciendo los microplásticos y limitando los contaminantes interiores), también protegemos la biodiversidad y el agua, y reducimos la contaminación doméstica.

Sin embargo, ten cuidado, es importante equilibrar tu práctica: querer controlarlo todo constantemente puede convertirse en una fuente de estrés u obsesión (TOC). Lo mejor es adoptar una estrategia realista: limpia en intervalos cortos, define áreas prioritarias o pide ayuda. Limpiar también puede convertirse en un momento de atención plena, donde centras tu atención en tus acciones y sensaciones, lo que añade una dimensión meditativa al proceso.

También puedes escuchar música para motivarte. ¡Satisfacción garantizada! En resumen, limpiar y ordenar no son solo tareas, sino acciones que cuidan nuestro cuerpo y mente. ¡Una mente sana reside en un hogar sano!