Los castillos medievales más bonitos del mundo

Te llevamos a realizar un recorrido alucinante por los castillos medievales más impresionantes del planeta. Algunos están en cuevas, otros fueron diseñados por genios y todos te dejarán con la boca abierta.

Alcázar de Segovia
El Alcázar de Segovia, que data de principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más famosos del mundo y uno de los monumentos más visitados de España.

Más que simples piedras apiladas con torres puntiagudas, los castillos son testigos silenciosos del pasado. Cada uno guarda secretos, leyendas y una arquitectura que desafía el paso del tiempo. Desde fortalezas en acantilados hasta palacios escondidos entre bosques, todos tienen algo que contar.

En la última década, estas construcciones han ganado aún más visibilidad gracias a redes como Instagram, donde perfiles especializados acumulan miles de seguidores mostrando castillos que parecen sacados de otro mundo. Hoy, nos lanzamos a descubrir los castillos medievales más bellos, insólitos y fotogénicos que existen.

El Alcázar de Segovia: fortaleza, palacio y prisión real

En lo alto de un promontorio rocoso en Castilla y León, se alza un edificio que parece salido de un tablero de ajedrez. Aunque sus torres recuerdan a una corona, este castillo ha sido mucho más que una bonita postal. Y es que el Alcázar de Segovia ha servido de bastión, residencia real y cárcel estatal.

Alcázar de Segovia
En el Alcázar de Segovia han tenido lugar grandes acontecimientos históricos, como la celebración de las Cortes Generales, en 1256, o la proclamación como reina de Isabel I, en 1474.

Con estilos arquitectónicos que van desde el mudéjar hasta el gótico, el Alcázar ha visto pasar a monarcas, nobles y revolucionarios. Fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y es, sin duda, una de las estructuras más representativas del poder medieval en la Península Ibérica.

Castillo de Edimburgo: historia, vistas y tradición en el corazón de Escocia

El Castillo de Edimburgo, erguido sobre la colina de Castle Hill, es el símbolo más reconocible de la capital escocesa. Rodeado por escarpados acantilados en tres de sus lados, su única entrada se encuentra al inicio de la Royal Mile, lo que lo convierte en un punto de partida perfecto para explorar el casco antiguo. Desde sus alturas se obtienen algunas de las vistas más espectaculares de la ciudad, atrayendo a más de un millón de visitantes cada año.

Entre sus muchos atractivos destacan el célebre cañonazo de la una, una tradición diaria desde 1861, y los "Honores de Escocia", uno de los conjuntos de joyas de la corona más antiguos de Europa. También merece atención la Piedra del Destino, símbolo ancestral recuperado tras siglos de ausencia. La Capilla de Santa Margarita, el edificio más antiguo de Edimburgo, añade un toque espiritual a la fortaleza.

La visita incluye también el impresionante cañón Mons Meg, las recreaciones de prisiones de guerra, el Memorial Nacional de la Guerra y salas del antiguo palacio real. Quienes dispongan de más tiempo pueden recorrer el Museo de la Guerra o incluso visitar el pequeño cementerio donde descansan los perros del ejército.

Castillo Himeji: la garza blanca que surca el cielo de Japón

Cruzando continentes, en Japón nos espera una de las fortalezas más antiguas y mejor conservadas del país. Y es que el Castillo Himeji no sólo destaca por su pureza estética, ese blanco brillante que le da su apodo, sino también por su complejísimo diseño de defensa.

Castillo Himeji
El Castillo de Himeji es una de las estructuras más antiguas del Japón medieval, y aún sobrevive en muy buenas condiciones.

Sus múltiples caminos enredados hacían casi imposible que los invasores llegaran a la torre principal sin perderse. Declarado Tesoro Nacional, este castillo no ha sido derribado ni por guerras ni por terremotos. Y eso, en Japón, ya es decir mucho.

Castillo de Stahleck, Alemania: un tesoro medieval sobre el Rin

Situado a más de 160 metros de altura, en un peñasco con vistas al río Rin, el Castillo de Stahleck es uno de los exponentes más encantadores de la arquitectura medieval en Alemania. Su origen se remonta al siglo XII, y su ubicación estratégica en la región de Renania-Palatinado le otorgó un papel clave en la historia local.

A lo largo de los siglos, el castillo fue destruido en dos ocasiones, primero en 1666 y luego en 1689, quedando en ruinas durante más de dos siglos. No fue hasta 1926 cuando se reconstruyó minuciosamente, respetando los planos originales para devolverle su esplendor gótico.

Hoy, el Castillo de Stahleck combina historia y juventud: alberga un albergue juvenil muy popular, y recibe a visitantes de todo el mundo que buscan admirar sus murallas, disfrutar de sus panorámicas y sumergirse en la atmósfera única de este rincón medieval junto al Rin.

Castillo de Ashford: de bastión medieval a hotel de lujo en Irlanda

En la verde Irlanda, muy cerca de la pequeña localidad de Cong, se esconde un castillo que ha sabido reinventarse con elegancia. El castillo de Ashford comenzó como fortaleza normanda y terminó convertido en uno de los alojamientos más exclusivos del país.

Castillo de Ashford, en Irlanda
Los terrenos del Castillo Ashford, así como el cercano pueblo de Cong, sirvieron de escenario para gran parte de la película "El Hombre Tranquilo", protagonizada por John Wayne..

Conserva la esencia medieval, pero ofrece comodidades del siglo XXI: habitaciones de lujo, gastronomía de primer nivel y actividades al aire libre en un entorno idílico. Dormir en una torre aquí no es sólo posible, es parte de la experiencia.

Castillo de Ponferrada: el legado templario que vigila el Bierzo

En pleno Camino de Santiago, el castillo de Ponferrada vigila desde hace siglos el paso de los peregrinos. Su historia está ligada a los templarios, y aún hoy conserva ese aire de misterio que envuelve a esta orden.

Castillo de Ponferrada, en León, España
El Castillo de Ponferrada fue construido en el año 1178 por la Orden del Temple, y fue reconstruido en 1340 por Pedro Fernández de Castro, Mayordomo de Alfonso XI.

Su estructura, ampliada en diferentes etapas, es un viaje en sí misma. Destaca la Biblioteca Templaria, un espacio único dedicado al estudio de esta enigmática orden y las fortalezas medievales. Ideal para los que quieren aprender mientras disfrutan de una visita épica.

Se cierra el telón, pero no la historia. Cada castillo de esta lista es una ventana abierta a otra época, una postal viva que nos invita a imaginar cómo era la vida entre murallas y almenas. No hace falta ser amante de la historia para quedarse atrapado por su encanto. A veces, basta con dejarse llevar.