¿Por qué las pantallas son peligrosas para la salud de nuestros hijos?
Teléfonos móviles, televisores o videojuegos en el ordenador. Los niños se enfrentan al mundo digital cada vez más jóvenes y esto tiene consecuencias.

Televisión, tabletas, teléfonos inteligentes: las pantallas son ahora parte integral de la vida diaria de los niños. Sin embargo, los expertos en salud advierten sobre sus efectos nocivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) de Francia publican periódicamente estudios que demuestran que la exposición excesiva a las pantallas perjudica el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los niños pequeños.
Francia acaba de reforzar su legislación, la cuestión del uso razonable de las pantallas se está convirtiendo en un verdadero problema de salud pública. La OMS recuerda que para los niños menores de 2 años no se recomienda la exposición a las pantallas, y que para los de 2 a 5 años, el tiempo de pantalla debe ser inferior a una hora diaria.
Estas recomendaciones buscan mantener un buen sueño, fomentar el juego activo y apoyar el desarrollo del lenguaje y la motricidad. En Francia, el Inserm ha observado que los niños superan con creces estos límites: a los 2 años, ya pasan casi una hora al día frente a una pantalla; a los 5 años y medio, más de una hora y media.
Estas duraciones superan las recomendaciones internacionales y demuestran una preocupante banalización de la exposición digital desde edades muy tempranas.
Efectos sobre la salud física y mental
A nivel físico, el sedentarismo inducido por las pantallas aumenta el riesgo de obesidad infantil y trastornos visuales como la miopía. A nivel mental, el Inserm ha establecido una relación entre el uso temprano y sin acompañamiento de pantallas y ciertos trastornos del lenguaje. Un niño expuesto sin mediación parental tiene hasta seis veces más probabilidades de desarrollar un retraso en la adquisición del lenguaje.
FLASH | « Avant 6 ans, les écrans, cest non », alertent des pédopsychiatres dans un appel. Télé, smartphone, tablette ne devraient pas être placés devant les plus petits, car lexposition aux écrans nuit au développement cérébral et conduit à des déficits de lattention, à pic.twitter.com/E2g2rnU0fS
— Cerfia (@CerfiaFR) April 30, 2025
Las pantallas también afectan el sueño. La luz azul, la estimulación cognitiva y el uso de dispositivos a altas horas de la noche reducen la duración y la calidad del descanso, lo que afecta directamente la atención, la memoria y el comportamiento. La OMS también enfatiza que este tiempo frente a la pantalla reemplaza momentos esenciales de interacción humana (hablar, jugar, explorar, etc.), que son esenciales para el desarrollo emocional y cognitivo de los niños.
Finalmente, varios estudios destacan una relación entre el consumo excesivo de contenido digital y trastornos emocionales: irritabilidad, ansiedad y déficit de atención. El cerebro de los niños pequeños, aún en desarrollo, es particularmente vulnerable a la sobreestimulación y la gratificación instantánea inducidas por el contenido digital.
Una ley para prohibir las pantallas antes de los 3 años...
Desde 2019, las directrices de la OMS especifican: cero tiempo frente a pantallas antes del año, limitación estricta entre 1 y 2 años, y no más de 1 hora diaria hasta los 5 años. El objetivo es claro: priorizar la actividad física, el sueño reparador y las interacciones sociales en detrimento del tiempo pasivo frente a pantallas.
En Francia, el informe de expertos "Niños y Pantallas: En Busca del Tiempo Perdido", presentado al Presidente de la República en 2024, formuló 29 recomendaciones para regular la exposición de los jóvenes. Estas incluían: prohibir las pantallas antes de los 3 años, limitar y supervisar el uso de las mismas entre los 3 y los 6 años, y prohibir los teléfonos inteligentes antes de cierta edad.
Estas recomendaciones inspiraron la nueva carta nacional para la acogida de niños pequeños, que entró en vigor el 2 de julio de 2025 y que ahora prohíbe todas las pantallas en guarderías y centros de cuidado infantil. El nuevo historial clínico, distribuido desde enero de 2025, recuerda a los padres estos puntos de referencia desde el nacimiento para ayudarles a adoptar buenas prácticas digitales.
Las autoridades sanitarias esperan reducir las desigualdades: el Inserm recuerda que los niños de entornos modestos suelen estar más expuestos a las pantallas, por falta de alternativas o de concienciación suficiente.