El eclipse total de Sol que engañó a las aves y desató el "falso coro del amanecer"
El gran y mediático eclipse total solar de 2024 sirvió como experimento natural para estudiar cómo el cambio abrupto de luz puede desorientar a las aves silvestres.

Para la vida silvestre, los ciclos de luz y oscuridad son más que un simple amanecer y anochecer: son la base de los ritmos circadianos que gobiernan el comportamiento, la alimentación y la reproducción.
Cuando el eclipse solar total del 8 de abril de 2024 sumió una amplia franja de Norteamérica en casi cuatro minutos de noche en pleno día, los científicos de la Universidad de Indiana vieron una oportunidad única para estudiar la reacción de las aves a una perturbación lumínica sin precedentes.
El equipo de investigación, liderado por Liz Aguilar, estudiante de doctorado, adoptó un enfoque innovador que fusionó la última tecnología con la colaboración ciudadana, un abordaje pionero en la ecología del comportamiento.

La metodología se basó en el despliegue de una red de dispositivos bioacústicos a lo largo del camino de la totalidad del eclipse. Además, aprovecharon la participación de más de 10.000 ciudadanos que utilizaron la aplicación SolarBird en sus teléfonos inteligentes para registrar observaciones en tiempo real y grabaciones de audio del comportamiento aviar.
Toda esta información generó un conjunto masivo de datos: cerca de 100.000 vocalizaciones de aves fueron procesadas. Para analizarlas con precisión, los investigadores emplearon un sistema de inteligencia artificial llamado BirdNET, capaz de identificar especies y cuantificar la actividad vocal, lo que permitió obtener una visión detallada de los cambios especie por especie.
El falso coro del amanecer
El análisis demostró que la breve noche de la tarde afectó sustancialmente el comportamiento vocal de las aves, un indicador clave de su actividad diaria y estacional.
El impacto del eclipse fue generalizado: de las 52 especies de aves detectadas, 29 mostraron alteraciones significativas en su comportamiento vocal en algún momento del fenómeno.
Las reacciones fueron diversas y fascinantes. En los minutos previos a la oscuridad total, a medida que el cielo se atenuaba, 11 especies aumentaron su canto, un posible signo de confusión ante el cambio gradual.

Durante la oscuridad (totalidad), los cuatro minutos de penumbra produjeron las respuestas más divergentes. Doce especies reaccionaron; algunas se silenciaron por completo y adoptaron comportamientos nocturnos como el de buscar refugio (percharse). Otras, en cambio, incrementaron su actividad vocal.
En el momento cumbre, la reacción más fuerte y reveladora ocurrió inmediatamente después, cuando la luz solar reapareció. Diecinueve especies estallaron en un canto vigoroso que los investigadores han denominado un "falso coro del amanecer".
When the April 2024 Great American Eclipse plunged midday into near night, the daily rhythms and vocal behaviors of many bird species shifted dramatically.
— Science Magazine (@ScienceMagazine) October 13, 2025
Merging community science, #MachineLearning, and a continent-wide natural experiment, researchers in Science reveal the pic.twitter.com/UUHwA0HguS
Este "falso amanecer" es el hallazgo más importante. Sugiere que el eclipse fue tan rápido y drástico que temporalmente restableció los relojes biológicos internos de estas aves. Al ver el sol reaparecer de la noche momentánea, las aves actuaron como si un nuevo día estuviera comenzando.
El reloj solar, el controlador maestro
El experimento destaca la importancia fundamental que tiene la luz para la vida silvestre. Los resultados demuestran que, incluso cuando la "noche" dura solo unos minutos, se producen cambios de comportamiento inmediatos.
Esto refuerza el entendimiento de que los ritmos circadianos de las aves, sincronizados con los ciclos lumínicos, son esenciales para su supervivencia, la búsqueda de alimento y el éxito reproductivo, especialmente porque el eclipse ocurrió cerca del inicio de la temporada de reproducción primaveral.

En un contexto más amplio, el estudio contribuye a entender cómo las alteraciones lumínicas causadas por el hombre -específicamente la contaminación lumínica- pueden afectar a la fauna. Si una breve interrupción natural provoca tal desajuste, la exposición crónica a la luz artificial nocturna podría tener efectos ecológicos profundos y sostenidos en las poblaciones de aves, alterando sus patrones de sueño y migración.
La investigación, además, pone de relieve el potencial de combinar la ciencia ciudadana con herramientas de inteligencia artificial. Esta sinergia permite a los ecólogos obtener instantáneamente información a una escala geográfica y de datos que antes era impensable.
Referencia de la noticia
Total solar eclipse triggers dawn behavior in birds: Insights from acoustic recordings and community science.Science390,152-155(2025). Liz A. Aguilar et al.