¡Biomass en órbita! El satélite medirá por primera vez en la historia una variable clave para el cambio climático

La misión, desarrollada por la ESA, promete crear el primer mapa global del carbono forestal con datos precisos incluso bajo nubes y ramas.

ESA, satélite
El satélite de biomasa de vanguardia de la ESA se lanzó a bordo de un cohete Vega-C desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. El cohete despegó el 29 de abril de 2025 a las 11:15 CEST. CRÉDITO ESA-CNES-ARIANESPACE/Vídeo óptico del CSG–S. Martín.

Los científicos de todo el mundo llevan décadas intentado descifrar uno de los mayores enigmas del cambio climático: ¿cuánto carbono almacenan realmente los bosques tropicales del planeta? Con más de 1,5 billones de árboles dispersos en selvas tan vastas como la Amazonia, el Congo o las junglas de Indonesia, la tarea ha sido, hasta ahora, inabordable. Pero eso está a punto de cambiar.

Este martes, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó con éxito desde la Guayana Francesa el satélite Biomass, diseñado para mirar más allá del dosel verde de las selvas e indagar en sus secretos más profundos: los troncos y ramas que esconden la mayor parte del carbono forestal. Es la primera vez que un satélite podrá “pesar” directamente cuánta biomasa leñosa hay en los bosques del planeta.

Este avance es posible gracias a un instrumento innovador: una antena similar a un paraguas, de 12 metros de diámetro, que utiliza un radar de banda P, una frecuencia con longitudes de onda mucho más largas que las empleadas por los satélites anteriores.

“La mayoría de los radares que tenemos hoy en el espacio ven las copas, las ramitas, las hojitas; no penetran en el bosque”, explicó el Dr. Ralph Cordey, director de geociencias de Airbus. “Pero con esta longitud de onda, podemos ver hasta las profundidades de los árboles y los bosques”.

El funcionamiento del satélite se asemeja al de una tomografía computarizada. Mediante múltiples pasadas sobre las mismas zonas, el radar construirá imágenes tridimensionales del interior de los bosques, y permitirá calcular con precisión la cantidad de carbono almacenado en la madera.

Esta capacidad, combinada con la posibilidad de observar a través de las nubes —algo clave en regiones tropicales con cielo casi siempre cubierto—, marca una diferencia radical con respecto a misiones anteriores como Landsat.

El satélite Biomass de la ESA se lanzó a bordo de un cohete Vega-C desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. CRÉDITO ESA–M. Pédoussaut

“Esencialmente, estamos tratando de calcular la cantidad de carbono en un billón y medio de árboles en los trópicos”, dijo el profesor Mat Disney, del University College London. “Nuestro conocimiento actual es muy fragmentario, porque es muy difícil de medir. Los satélites son realmente la única manera de lograrlo de manera consistente”.

Alianza para escanear los secretos de los bosques y entender su rol en el clima global

En el desarrollo del satélite participaron 50 empresas lideradas por Airbus en el Reino Unido, con colaboración de la compañía estadounidense L3Harris Technologies, especializada en antenas espaciales desplegables de gran tamaño.

Biomass es resultado de más de 20 años de trabajo científico e ingenieril. El proyecto fue impulsado por el físico británico Shaun Quegan, de la Universidad de Sheffield, y por John Remedios, del Centro Nacional de Observación de la Tierra, quien expresó su entusiasmo: “Queremos interrogar a estos bosques. Podemos mirar realmente dentro”.

En los próximos seis meses, el equipo de Biomass comenzará a generar los primeros mapas globales de biomasa forestal, con actualizaciones anuales previstas durante los cinco años que durará la misión. Estos datos permitirán no solo conocer cuánto carbono permanece almacenado, sino también cuánto se pierde a causa de la deforestación.

Los líderes mundiales se han comprometido a detener la pérdida de bosques para 2030, pero la deforestación no ha dejado de avanzar. Con este nuevo instrumento, los científicos contarán con una herramienta de precisión para monitorear ese compromiso y evaluar el verdadero papel de los bosques como sumideros de carbono.

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Una vez en órbita, esta nueva misión Earth Explorer proporcionará información esencial sobre la salud y la dinámica de los bosques del mundo, revelando su evolución a lo largo del tiempo y, fundamentalmente, mejorando nuestra comprensión de su papel en el ciclo global del carbono. CRÉDITO ESA–M. Pédoussaut

“Es emocionante, porque nos revelará cómo algo que quizás damos por sentado -nuestros bosques, nuestros árboles- contribuye a los procesos que rigen nuestro planeta”, concluyó el Dr. Cordey. “Y en particular, a los procesos que impulsan el cambio climático, que son tan importantes para nosotros hoy y para el futuro”.