Detectan asteroide "fantasma" entre Venus y Mercurio: ¿peligro inminente para la Tierra?
Científicos hallan un cuerpo rocoso veloz que orbita cerca del Sol, oculto en su brillo. ¿Es una amenaza o un tesoro cósmico que nos ayudará a entender nuestro sistema solar?

En el vasto escenario del cosmos, donde los planetas danzan como actores de un ballet eterno, surge un protagonista inesperado: un asteroide "fantasma" que se desliza sigiloso, oculto en el resplandor del Sol.
Sí lo primero que se te viene a la mente es una escena de una película de ciencia ficción, estás en el eje, pero no le incluyamos las explosiones dramáticas, dignas del cine hollywoodense. Este viajero, bautizado 2025 SC79, fue avistado por primera vez el 27 de septiembre de 2025, gracias al ojo agudo de telescopios en el Observatorio Interamericano del Cerro Tololo (CTIO por sus siglas en inglés), en Chile.
Su descubrimiento no es solo un hallazgo casual; revela cómo el universo guarda sorpresas en los lugares más hostiles. Scott S. Sheppard, astrónomo de Carnegie Science, lo detectó usando la Dark Energy Camera, un instrumento que perfora la oscuridad crepuscular.
Este asteroide, de unos 700 metros de diámetro –el tamaño de un estadio–, orbita el Sol en apenas 128 días, convirtiéndose en el segundo asteroide más veloz conocido.
¿Por qué nos intriga tanto? Porque su ruta lo lleva a rozar las órbitas de Venus y Mercurio, zonas calientes y caóticas donde el calor solar funde rocas como manteca en una sartén.
El asteroide que desafía la luz solar
Este "fantasma" solar es un asteroide "ateno", un tipo raro que cruza la órbita de Mercurio y se aventura dentro de la de Venus, en un slalom planetario. Su órbita elíptica lo acelera a velocidades vertiginosas, completando un año cósmico en poco más de cuatro meses terrestres.

Solo se ha descubierto un asteroide más rápido que este, y lo hizo el mismo equipo en 2021: lo supera con 113 días. Para entenderlo, piensa en un columpio: cuanto más cerca del Sol, más fuerte el tirón gravitacional, que lo impulsa como un péndulo veloz.

La detección fue un reto titánico. Estos objetos "crepusculares" solo se ven al amanecer o atardecer, cuando el Sol besa el horizonte y su brillo no los ahoga. Sheppard y su equipo usaron telescopios como el Blanco de 4 metros y el Gemini para confirmarlo. Su tamaño lo hace formidable: no es una piedrita, sino una montaña flotante que podría alterar el clima terrestre si nos impactara, aunque por ahora está a salvo, oculto detrás del Sol por meses.
¿Amenaza real o lección cósmica?
Si al leer el título de esta nota pensaste en Armagedón, debo decirte que no, este asteroide no nos acecha como en esa película apocalíptica. Su trayectoria actual lo mantiene lejos de la Tierra, sin riesgo de colisión en el corto plazo.
Sin embargo, su existencia subraya un peligro latente: los asteroides "fantasma" son los más difíciles de detectar, representando hasta el 20% de amenazas potenciales, según expertos de la NASA. Si uno como este se desviara –por un choque o la gravedad–, podría aproximarse a nosotros sin aviso, recordándonos la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años.
The most dangerous asteroids are the most difficult to detect, Sheppard explained. Most asteroid research finds these objects in the dark of night, where they are easiest to spot. But asteroids that lurk near the Sun can only be observed during twilight. pic.twitter.com/1k7rQi46wH
— Carnegie Science (@carnegiescience) October 16, 2025
Este hallazgo no es solo ciencia; es un llamado a la vigilancia. Programas como el de la NASA invierten millones en radares y telescopios para mapear estos guardianes invisibles, protegiendo nuestro frágil hogar. Nos invita a maravillarnos con el Sol como forja de mundos, donde rocas como 2025 SC79 narran la historia del sistema solar.
En un mundo de cambios climáticos y tensiones humanas, mirar al cielo nos une: ¿y si este "fantasma" nos enseña a anticipar lo imprevisible en la vida diaria?
Pero vayamos más allá. Su estudio podría desvelar orígenes vulcánicos o impactos antiguos, enriqueciendo nuestra comprensión de la formación planetaria. Al final, no es una amenaza, sino un recordatorio ameno: el universo es vasto, pero nuestra curiosidad lo hace manejable.
Referencia de la noticia
Fast moving asteroid found in Sun´s glare | Carnegie Science