¡Enigma resuelto! La verdad detrás de la misteriosa mancha fría del Atlántico que desafía al calentamiento global
Durante más de un siglo, una enigmática "mancha fría" al sur de Groenlandia ha desconcertado a los científicos, convirtiéndose en un verdadero rompecabezas climático. Pero la espera ha terminado: ¡el misterio ha sido finalmente desvelado, y la respuesta podría cambiar nuestra comprensión del futuro de nuestro planeta!

Desde hace más de un siglo, una peculiaridad oceánica ha capturado la atención de la comunidad científica: una vasta extensión de agua al sur de Groenlandia que, contra toda lógica aparente, se ha mantenido fría, incluso mientras las temperaturas globales no han dejado de ascender.
Este fenómeno, conocido como la "mancha fría del Atlántico" o, más técnicamente, el "Agujero de Calentamiento del Atlántico Norte" (North Atlantic Warming Hole), ha sido un verdadero dolor de cabeza para los climatólogos, tal como lo relata UC Riverside de la Universidad de California.
¿Cómo era posible que, en un mundo que se calienta, una parte tan significativa del océano se resistiera a esta tendencia, llegando incluso a enfriarse hasta 0.3 grados Celsius en el último siglo? La persistencia de esta anomalía generó intensos debates y diversas teorías. Algunos expertos apuntaban a la dinámica interna del océano como la principal responsable, sugiriendo que complejos movimientos de las masas de agua podrían estar detrás de este enfriamiento localizado. Otros, en cambio, se inclinaban por factores atmosféricos, como la contaminación por aerosoles, que podrían haber influido en la temperatura de la superficie marina.
Un reciente estudio publicado en Communications Earth & Environment echa luz a este evento. La falta de datos directos a largo plazo sobre las corrientes oceánicas profundas complicaba aún más el panorama. Si bien las observaciones directas de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC) solo se remontan a unas dos décadas, los científicos se vieron obligados a buscar pistas en registros indirectos. La temperatura y la salinidad del agua se convirtieron en los detectives silenciosos de esta historia, ofreciendo indicios sobre los patrones de circulación oceánica a lo largo del tiempo.
La AMOC: el gigante oceánico que regula nuestro clima
Comprender la causa de la mancha fría no solo era fundamental para afinar los modelos climáticos, sino también para predecir con mayor precisión los futuros escenarios de nuestro planeta. La región del Atlántico Norte es un área clave en la regulación del clima global, y cualquier alteración significativa en sus patrones de temperatura podría tener repercusiones de gran alcance, afectando desde los ecosistemas marinos hasta los patrones meteorológicos en continentes enteros. El misterio de la mancha fría se convirtió así en una pieza central en el rompecabezas del cambio climático.
Perhaps paradoxically for those not familiar with the science, the 'cold blob' enhances summer heat and drought in Europe by enhancing south-westerly flow, which will impact agriculture, forestry, tourism, fire risk and more. Slide from a recent talk I gave in Madrid. pic.twitter.com/ufKEyxltG7
— Prof. Stefan Rahmstorf (@rahmstorf) June 11, 2025
La clave para desentrañar el misterio de la mancha fría reside en una de las corrientes oceánicas más poderosas y vitales de nuestro planeta: la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico, o AMOC por sus siglas en inglés (Atlantic Meridional Overturning Circulation). Imaginen una gigantesca cinta transportadora submarina, una autopista líquida que recorre miles de kilómetros, llevando consigo calor y sal desde las cálidas aguas tropicales hacia el gélido Atlántico Norte. Esta corriente es un pilar fundamental en la regulación del clima global, actuando como un termostato natural que distribuye la energía térmica por todo el hemisferio norte, influyendo directamente en los patrones meteorológicos de Europa y Norteamérica.
Este nuevo estudio ha analizado un siglo de datos de temperatura y salinidad, han revelado una verdad inquietante: la AMOC se está desacelerando. Esta ralentización no es un fenómeno nuevo; de hecho, se ha estado produciendo durante más de un siglo. Esta disminución en la velocidad de la corriente tiene consecuencias directas y profundas. Menos agua cálida y salada llega a las regiones subpolares, lo que se traduce en un enfriamiento y una disminución de la salinidad en la superficie del mar, exactamente lo que se observa en la mancha fría al sur de Groenlandia.
Un futuro incierto: las consecuencias de una AMOC debilitada
La resolución del misterio de la mancha fría del Atlántico, si bien es un triunfo científico, también nos confronta con una realidad preocupante: la desaceleración de la AMOC es un síntoma de cambios más profundos en el sistema climático global. Esta corriente oceánica, que ha funcionado como un regulador térmico durante milenios, está perdiendo fuerza, y las consecuencias de este debilitamiento podrían ser de gran alcance y afectar a millones de personas en todo el mundo.

La mancha fría es solo la punta del iceberg, una señal visible de un proceso que se desarrolla en las profundidades del océano y que tiene el potencial de reconfigurar los patrones climáticos tal como los conocemos. Una de las implicaciones más directas de una AMOC debilitada se sentirá en Europa. La corriente es responsable de transportar una cantidad significativa de calor hacia el continente europeo, lo que contribuye a su clima templado. Si la AMOC continúa ralentizándose, Europa podría experimentar inviernos más fríos y veranos más secos, con un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos. Los patrones de lluvia se verían alterados, afectando la agricultura y los recursos hídricos.
Pero las repercusiones no se limitan a la tierra firme. Los ecosistemas marinos, ya bajo una presión considerable debido al calentamiento global y la acidificación de los océanos, se enfrentarían a un nuevo desafío. Los cambios en la temperatura y la salinidad del agua en el Atlántico Norte alterarían los hábitats de numerosas especies marinas, desde el plancton, la base de la cadena alimentaria, hasta los grandes depredadores. Esto podría llevar a migraciones masivas de especies, cambios en la distribución de las poblaciones de peces y, en última instancia, a una disminución de la biodiversidad marina, con graves consecuencias para las pesquerías y las comunidades costeras que dependen de ellas.
Referencia de la noticia:
Li, KY., Liu, W. Weakened Atlantic Meridional Overturning Circulation causes the historical North Atlantic Warming Hole. Commun Earth Environ 6, 416 (2025). https://doi.org/10.1038/s43247-025-02403-0